Una alegría tras otra. Así estuvimos durante los últimos tres lunes. En el primero de ellos,
dimos por cerrado el año de competencia con el fin del torneo Multicerrados. En el penúltimo lunes,
una fiesta final impresionante, a la que vinieron más de 100 amigos y amigas, nos hizo sospechar que algo bueno pasó en este año en La Proa. La asamblea fundacional del lunes pasado terminó de confirmar, al menos para todos los que formamos parte de este proyecto, que el camino que estamos recorriendo no puede estar tan errado.
Suena paradójico, pero la última actividad de este 2010 marcó apenas el primer paso en un nuevo desafío que ahora nos ocupa: conformar la personería jurídica de La Proa.
Para muchos esto quizás no sea tan fabuloso como sí lo es para nosotros. Pero es que estamos convencidos de que una vez que hayamos logrado hacernos de la personería, que le dará un marco legal a nuestro club, puertas que antes estaban cerradas ahora comenzarán a abrirse de a poco.
El lunes pasado celebramos la asamblea fundacional. Esto es, una reunión en la que se leyó el estatuto que regirá el funcionamiento formal de nuestro ahora Club de Ajedrez La Proa y se votaron los primeros cargos.
El resultado de esta asamblea determinó los siguientes nombres:
Comisión directiva:
Presidente - Miguel Llabrés
Vicepresidente - Federico Viñas
Secretario – Martín Areán
Tesorero – Diego Urrestarazú
Vocal - Miguel Tabárez
Suplentes comisión directiva:
Javier Marrero
Pablo Rodríguez
Enrique Bell
Manuel González
Sergio Dos Santos
Comisión fiscal:
Patricia Pons
Madeleine Pool
Mary Gandarias
Suplentes comisión fiscal:
Florencia Quiro
María José Crosa
Nicolás Soto
En los días previos a este lunes intentamos comunicarnos con la mayor cantidad de socios posible, a través de invitaciones personales, mensajes de texto, llamadas y correos electrónicos. A algunos de ellos, por el largo tiempo que hace que están alejados de los tableros, se nos hizo difícil encontrarlos, pero estamos seguros de haber convocado a la gran mayoría de nuestros jugadores y amigos. Incluso hubo en la reunión algún jugador de otro club.
Un agradecimiento muy especial se nos escapa de los dedos: a Patricia Pons, doctora en derecho y madre de dos niños maravillosos que juegan al ajedrez en La Proa. Patricia se ofreció a asesorarnos con todos los trámites y formalidades necesarias para poder llegar a esto, además de aportar sus consejos. Nos dio parte de su tiempo, su paciencia, pero por sobre todas las cosas nos dio una lección de pasión, dedicación y compromiso que ha sido un estímulo decisivo en el camino hasta esta asamblea fundacional. Y por supuesto, lo seguirá siendo en más de un proyecto que nos espera por delante. A ella: nuestro profundo e infinito reconocimiento.
Las 23 personas que asistieron el lunes a la asamblea fundacional hicieron que la jornada fuera muy especial. Además de leerse lo que parecía un interminable estatuto de 16 páginas, se conversaron hermosas alternativas de futuro para nuestro club, del que todos somos parte y en el que todos tenemos un lugar para aportar.
Después de la parte formal, descorchamos algunas sidras, abrimos algún que otro pan dulce y celebramos por la reunión que acababa de terminar y el horizonte que se acababa de ensanchar.
Todavía falta tiempo hasta que obtengamos finalmente nuestra personería jurídica, pero se ha dado un gran paso en el que todos han participado.
A partir de ahora saldremos a la cancha con las fuerzas renovadas, con un grupo que se ha ampliado considerablemente, con 50 niños y casi diez docentes que forman una verdadera escuela de ajedrez, con jugadores que acompañan a donde sea que se vaya, sin importar las distancias o el tiempo que eso conlleve.
Hemos hecho mucho, y por suerte queda muchísimo por hacer. Gracias gigantes a los jugadores que nos representan; a las madres y los padres, tías y tíos, abuelas y abuelos que sostienen esta estructura con su presencia y apoyo incondicional; a los niños que nos dan la oportunidad de aprender al lado de ellos; a los amigos de otros clubes que nos acompañan todo el año en los diferentes torneos que realizamos durante la semana o cuando todos descansan. Gracias gigantes a todos por su entrega, desde el lugar que sea, porque ayudan a convertir una actividad que, de otro modo sería un poco fría y un poco distante, en una fiesta eterna que se juega en todos los flancos.
