A veces los buscamos y damos con ellos, hay oportunidades que son ellos quienes nos buscan y dan con nosotros, y en otras los astros se alinean para que ambos caminos se crucen, y luego de comenzar a caminar con los pasos en par, comienza la siembra, lenta, parsimoniosa, rodeada de múltiples devenires, la que ahora como en tantas otras veces, tienen final feliz.
Esa siembra tiene múltiple matices, no es sólo la transferencia de conocimientos, muchos de ellos lo consiguen de forma personal, cuando su interés supera los limites que nuestro club les puede brindar, y salen a buscar proveedores de sabiduría por otros lados para seguir cultivándose y creciendo.
Pero hay algo que ya germina dentro de estos gurises y es la identidad con el club, se sienten remeros de un barco que transita desde antes que ellos nacieran, aportando en todo lo que fuera posible, tendiendo la mano, recibiendo amigos, haciendo el mayor esfuerzo para mejorar la realidad de este universo de bravos corceles y orgullosos monarcas.
Llegaron niños, con los ojos asombrados al conocer este mundo de 64 casillas que los comenzaba a deslumbrar.
Hoy adolescentes, siguen con ese brillo en los ojos, provocado por el destello de jugadas increíbles e ideas insospechadas.
Hace unos días hicieron palpitar durante todo un fin de semana a muchísimos compañeros que expectantes esperaban el resultado de sus partidas, haciendo viajar las mejores energías proístas a través de esos más de cien kilómetros donde se disputaba la competencia.
Y llegado el lunes, cuando el último rey besó el frio tablero en señal de derrota y el telón del Interclubes 2022 puso fin, la alegría pintó sus rostros con una amplia sonrisa, se trasladó mágicamente a la capital del país e inundó de felicidad a todos los que siguieron día tras día como supieron defender nuestros colores. El mensaje empezó a circular en las redes: ¡los gurises fueron campeones! ¡lo han logrado de vuelta!.
El momento de recibir el premio, la alegría pintada en sus rostros |
13 equipos participaron de la categoría B y solo dos de la A, y dentro de esos 13 los gurises se dieron maña para empujar el nombre de la PROA hacia lo más alto y ganar nuevamente el torneo sub-2000 que era en el que ellos competían.
El equipo
Los muchachos estuvieron prácticamente juntos en todo momento, siendo lo que se debe ser en estas competencias: un equipo.
Minutos antes del debut: todo expectativa |
Ninguna desavenencia apareció entre ellos durante todos los días de competencia, siendo una constante el apoyo mutuo antes y luego de cada partida. La motivación previa siempre enalteció el cariño por el club y luego de cada match se mantuvo en alto, mirando siempre lo que se venía, sin que ninguna circunstancia hiciera bajar los ánimos. Aún cuando se tuvieran partidas "ganadas" con un modulo que minutos después marcaría un más 7 y no se supieron liquidar, o en aquellas que un error final costó el punto en juego, siempre se escuchó decir "vamo y vamo, la que viene sale genial, nosotros podemos".
Sin dudas un ejemplo a seguir estos botijas.
El camino a título fue el siguiente:
.- 3.0-1.0 con Maldonado A
1 x 1
Franco Manteiga
Ser el tablero uno del equipo siempre lleva una cuota de responsabilidad extra que a muchos les es muy dificil de llevar, es una mochila cargada sobre la espalda que pesa un montón y hay quienes buscan la manera de eludir de alguna manera esa responsabilidad.
Franquito tuvo todo lo necesario para estar sentado en ese lugar y dar todo para el equipo.
Y no solo cuando se sentaba frente al tablero en busca de la unidad en juego, sino en toda la previa, siendo siempre quien llevaba la voz de la motivación en alto, para mantener bien arriba el precioso espíritu del grupo.
Sus resultados: disputó cuatro partidas, ganando en la segunda ronda ante Alfredo Peña, para luego caer en la tercera ronda ante el cubano Rolando Muñoz. Vino luego unas tablas con Aldi López cerrando su actuación dividiendo el punto con Ismael Piñeiro cuando ya sabía que esa media unidad asegura el primer lugar a su equipo.
Franco y Nicolás enfrentando a Mijail Tal |
Nicolás Kulik
Fue el único que disputó las cinco partidas, a expreso pedido de sus compañeros.
Su habitual timidez al hablar no se ve jamás reflejada en el tablero cuando en varias oportunidades se pone de manifiesto su juego agresivo y avasallador, lo que también le ha provocado ganarle a rivales encumbrados o tener que inclinar su rey ante quienes en la previa aparecían como favoritos.
Pero lo que jamás cambia en Nico es su postura, siempre calmo y sereno, tanto en los momentos que asombra con un triunfo maravilloso o cae para sorpresa de muchos. Siempre el mismo, un perfil bajo que parece ser su seña de identidad, y que lo convierte en un ser humano tan querible como valorado.
Su paso en este interclubes se inició con el arranque del torneo entablando con Alejandro Visillac quien representaba al club Atlántida. Luego sacó unas tablas en una posición sorprendente frente al ascendente jugador de Trebejos Juan Romero, para luego obtener un gran punto ante Alvaro Guerrero quien formaba parte del equipo de Mijail Tal, el club más joven de nuestra federación formado por tantos ex-proistas. Cerró su actuación entablando ante Marcos Pons jugador del Cosmopolita A, y con un triunfo ante Gabriel Aramburu de Maldonado.
Juan Cayetano
En un torneo muy difícil, parejo y competitivo, y luego de empezar con viento en contra, Juan demostró las agallas que tiene para superar malos trances.
Jamás se lo vio perder antes de empezar, muy por el contrario, se lo veía totalmente confiado en sus fuerzas y con un temple admirable para dar el todo por la victoria sin que le temblara el pulso por la fuerza de quien se sentara a su frente.
Resaltable también, el hecho que cuando el punto le fue esquivo jamás perdió su buen ánimo y las ganas de aportar gran energía al colectivo que integraba.
Los tropezones son causa de la competencia y todo aquel que se anima a competir estará expuesto a ello, pero el temple en alto es sólo producto de quienes han fortalecido su temperamento luego de mil batallas y Cayetano dio sobradas muestras que ya tiene el cuero bien curtido.
Sus cuatro partidas, (descansó en la cuarta ronda), comenzaron con una derrota ante Agustín Pérez de Atlántida, para después llevarse el triunfo cuando tuvo a su frente a Luis Pérez, representante de Trebejos B. En su tercera partida cayó con Eduardo Rodríguez en un tenso y emotivo final, para llevarse nuevamente la victoria en el cierre del evento frente a Juan Bentancor de Maldonado.
Juan y Martín contra los Rodríguez |
Martín Rodríguez
Para muchos aún en el ambiente de nuestro ajedrez es un nombre que recién empieza a sonar, quizás todavía un desconocido para la gran mayoría de los trebejistas locales, sin embargo eso terminará en breve porque su talento empieza a hacerse un lugar rápidamente en nuestro ambiente.
Ya tiene en su mochila un vice campeonato nacional juvenil sub-16, lo cual no es un dato menor, pero a veces esto queda restringido solamente a quien sigue el ajedrez juvenil.
Jugó su primer torneo formando parte de un equipo proísta, integrándose al grupo de gran forma.
Y si hay que resaltar la parte humana, que decir sobre el tablero, donde nadie pudo hacer inclinar su rey.
Su cuatro partidas terminaron en tablas, algunas luchadas hasta el final remontando con bravura partidas complicadas y en otras con ventaja importante frente a encumbrados rivales que con sobrada experiencia hicieron imposible su victoria.
Martín empieza a hacerse conocido ahora entre los "grandes", y este joven autodidacta en breve será sin dudas un importante nombre en el ajedrez nacional.
Sus partidas fueron con Enrique Vázquez de Atlántida, Víctor Rodríguez de Mijail Tal, Maikol Chocho de Cosmopolita y Adriano Elias de Maldonado.
Mientras Martín solo mira el tablero, Filippo se apresta a comenzar la partida más joven del Interclubes |
Filippo Lanzilotta
El más joven del grupo rindió al 100%, y al decir de sus compañeros "hizo su trabajo".
Antes de comenzar el torneo, Filippo había manifestado que podía jugar solamente tres partidas, pero dejó bien claro que el jugar menos cantidad no iba a ir en detrimento de su entrega en el fin buscado.
Y tanto fue así, que ganó las tres partidas que jugó, y la barra quedó expectante hasta el final si no se llevaría un premio por ese logro. Es sabido que históricamente se premiaban con medallas también el rendimiento en cada tablero de forma individual, y ese 100% de puntos ganados había generado una determinada expectativa, quizás más en sus compañeros que en el propio Filippo.
Pero esta vez esa premiación individual faltó a la cita y el joven Lanzilotta solo supo recibir el abrazo afectuoso como premio de sus compañeros de equipo.
Gran aporte para el equipo sin dudas.
Sus tres triunfos fueron en el debut ante Mauricio Argimon de Atlántida, luego en la ronda dos con Carlos Castagnet para cerrar su hilo de victorias en la fecha cuarta al enfrentar a Leon Caldarelli de Cosmopolita.
Felicitaciones a todos y ¡a seguir creciendo!
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