El 9 y 10 de abril, en lo que denominamos la escuelita del ajedrez, además de realizarse un torneo para quienes tenían más de 1800 puntos de elo y en el cual resultó ganador Martín Areán, y otro para quienes tenían menos de esa puntuación que consagró campeón a Andrés Rodríguez, hubo una actividad infantil.
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| Lisandro Galli recibiendo su medalla de campeón luego de ganar todas las partidas que disputó. |
Un tercer salón de la escuela se llenó esta vez con 15 niños menores de 10 años o que habían cumplido esa edad en este 2022. Y el más chiquito tenía 6...
Un salón en el se respiraba no tanta seriedad como en los otros dos, donde avezados ajedrecistas se preparaban para disputar la unidad en juego, sino la frescura característica de los pequeños cuando se reúnen a jugar a algo que les encanta.
Pero ellos supieron desde el inicio que esto sería un torneo-entrenamiento, y que todos terminarían ganando si el fin de semana les era útil y aprendían algo nuevo.
Al ingresar al salón y encontrar junto al tablero el reloj, algunos se emocionaron por ser su primera vez con el "cuenta minutos", pero al ver que a su lado se encontraba una planilla donde se debían anotar las jugadas un gesto de contrariedad les surcó el rostro.
Siempre es compleja la primera vez que además de pensar la jugada se debe tomar la lapicera y dejar constancia de la misma. No sólo a ellos, a algunos adultos cuando se enfrentan a este primer desafío también les sucede.
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| Toda la barra de enanos ajedrecistas previo al inicio de la actividad |
Pero estos niños fueron realmente fantásticos. Todos asumieron plenamente que esos días eran para aprender y pusieron su mejor empeño en superar ese obstáculo y los que ya dominaban la escritura demostraron su gran compañerismo con creces, ayudando y corrigiendo a su compañero de turno.
Las 5 partidas fueron transcurriendo y la evolución en ellos comenzó a hacerse notoria, en el volumen de juego, en la exactitud al escribir y en su postura al jugar, dado que el silencio reinante en las últimas partidas era digno de un torneo de adultos.
Gracias a todos ellos por ser parte de este fin de semana, y un orgullo para quienes los conocemos, de saber que hay niños así, con esas ganas enormes de aprender y mejorar, y una sensibilidad fantástica para dar una mano y ayudar.
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| Juan Ignacio Bertolotti ganó todas menos con el campeón, un pibe que viene evolucionando y mucho: vice campeón. |
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| Pippa Roselló muestra orgullosa su medalla por el tercer puesto, junto a unas galletas-ajedrecísticas y un huevito de pascua obsequiado al final del torneo. |
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Juancito Zorrilla, tercer puesto en la general y mejor sub-8 del certamen. Sólo debió inclinar su rey ante el campeón Lisandro. ¡Un grande "el pequeño Juan"! |
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| Cómo se venían Pascuas, Gimena nos obsequió un huevo gigante para ser sorteado al final. Manuelita fue la feliz poseedora del número ganador. |
Las imágenes no salieron como para publicar pero es bueno compartirlo....
...a nosotros nos parece muy lindo que todos se lleven algún recuerdo de cada actividad, que nadie se vaya con las manos vacías.
Esta vez, la generosidad de Gimena Gómez nos dio la posibilidad de que cada participante regresara a su hogar con huevito de pascuas como presente.
Algunos habrán llegado al domingo siguiente cuando se conmemora la celebración, pero otros mmmmmm sospechamos que desaparecieron por el camino...
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Un gracias eterno a todos esos chicos maravillosos y a sus padres por apoyarlos y sostenerlos de esa manera.
Nos dejan el recuerdo de un fin de semana precioso, que dan ganas de repetirlo.
Gracias por hacer que esto sea posible.
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Más detalles de la actividad pulsando aquí.
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