El ajedrez nacional la extrañaba.
Durante el tiempo que duró su ausencia, el club a quien pertenecía, dejó de existir.
Luego de un tiempo lejos de este mundillo que la cobijó durante años, decidió emprender el retorno y para gran alegría nuestra, nos eligió para que fuéramos, nosotros, su nueva casa.
Este período de pases especiales nos dio la enorme satisfacción que Leticia Vilariño sea desde hoy jugadora de La Proa y con ello no solo ganamos con una gran jugadora, sino que también, en alguien que sabe trasmitir y mucho sus conocimientos a los más pequeños y por sobretodo una persona de una calidez humana muy especial.
Y aunque sabemos que tu corazón seguirá siendo sumamente tejano, queremos que sientas desde ya esta casa como la tuya.
Las puertas se abren,
los brazos abiertos te reciben,
¡bienvenida Leti!
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