Si tres eran las partidas que crearon expectativa hasta el final de la jornada sabatina, faltaba completar con la que cerró la noche, y fue la que el sanducero Cristian Oddone disputó con el popularisimo Miguel Martínez.
Intrincada, dura y pareja, las chances equilibradas y la tensión puestas de manifiesto.
Cuando ya quedaban pocos tableros sintiendo sobre ellos el andar de valientes guerreros, se vio levantar de su silla de forma presurosa al particular "indio", y dirigiéndose al árbitro principal (Horacio Arévalo), y decirle : "...reclamo tablas por repetición de jugadas..."
Todavía se recuerda el hecho del año pasado, precisamente en la etapa semifinal del torneo uruguayo y todo lo que trajo aparejado después.
Las miradas atentas de los presentes, que inmediatamente rodearon al juez para ver su accionar en esa determinada situación, no caben dudas que creían ver nuevamente el inicio de un película que había visto.
Esta vez algo cambio.
Cristian se quedó tranquilamente sentado en su posición de ajedrecista concentrado, mientras a poca distancia se reconstruía la partida minuciosamente.
Luego de pasar de la primera a la última instancia transcurrida se comprobó que habían sido dos las repeticiones, que el reclamo no tenía validez, y nuevamente se debía volver a la situación anterior, con la diferencia que Oddone ahora tendría tres minutos más en el tablero.
Intrincada, dura y pareja, las chances equilibradas y la tensión puestas de manifiesto.
Cuando ya quedaban pocos tableros sintiendo sobre ellos el andar de valientes guerreros, se vio levantar de su silla de forma presurosa al particular "indio", y dirigiéndose al árbitro principal (Horacio Arévalo), y decirle : "...reclamo tablas por repetición de jugadas..."
Todavía se recuerda el hecho del año pasado, precisamente en la etapa semifinal del torneo uruguayo y todo lo que trajo aparejado después.
Las miradas atentas de los presentes, que inmediatamente rodearon al juez para ver su accionar en esa determinada situación, no caben dudas que creían ver nuevamente el inicio de un película que había visto.
Esta vez algo cambio.
Cristian se quedó tranquilamente sentado en su posición de ajedrecista concentrado, mientras a poca distancia se reconstruía la partida minuciosamente.
Luego de pasar de la primera a la última instancia transcurrida se comprobó que habían sido dos las repeticiones, que el reclamo no tenía validez, y nuevamente se debía volver a la situación anterior, con la diferencia que Oddone ahora tendría tres minutos más en el tablero.
El volúmen quizás haya quedado un poco bajo, pero para que todos los que siguen esta página puedan sentir como si hubieran estado allí, les compartimos el video de la situación antedicha:
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Hubiera estado bueno que pusieran en qué terminó luego la partida.
ResponderEliminarEn cualquier caso, ... ¡gran cobertura!