Reproducimos a continuación el correo electrónico que nos envió el Consejo Directivo de la Federación Uruguaya de Ajedrez el día 23 de abril en relación al fallo del Tribunal de Apelaciones con respecto a la apelación de Alejandro Genta por el resultado de tablas en su partida de última ronda de la semifinal ante Daniel Izquierdo:
Estimados afiliados, basándonos en el reglamento y sin hacer valoraciones sobre la nota en sí y alguna de sus apreciaciones, respondemos:
1. Respecto al fallo, el mismo se ajusta a las leyes de la FIDE y de acuerdo a a las mismas, los fallos del tribunal actuante son inapelables.
2. El ciclo Uruguayo 2009, al igual que el del año 2008, establece 12 finalistas, que adquieren el derecho de acuerdo a un reglamento oportunamente divulgado y conocido por los participantes y los clubes. Además se estableció un regimen de suplencias para el caso de generarse vacantes. El jugador Genta, de acuerdo al resultado oficial de las semifinales, ocupa el tercer lugar en dicho orden.
Cualquier modificación que se haga ahora violaría el reglamento citado y que rigió para todos los jugadores que participaron en la distintas etapas.
Saludamos cordialmente.
Consejo Directivo
Estimados afiliados, basándonos en el reglamento y sin hacer valoraciones sobre la nota en sí y alguna de sus apreciaciones, respondemos:
1. Respecto al fallo, el mismo se ajusta a las leyes de la FIDE y de acuerdo a a las mismas, los fallos del tribunal actuante son inapelables.
2. El ciclo Uruguayo 2009, al igual que el del año 2008, establece 12 finalistas, que adquieren el derecho de acuerdo a un reglamento oportunamente divulgado y conocido por los participantes y los clubes. Además se estableció un regimen de suplencias para el caso de generarse vacantes. El jugador Genta, de acuerdo al resultado oficial de las semifinales, ocupa el tercer lugar en dicho orden.
Cualquier modificación que se haga ahora violaría el reglamento citado y que rigió para todos los jugadores que participaron en la distintas etapas.
Saludamos cordialmente.
Consejo Directivo
*La carta enviada por el Grupo de Ajedrez La Proa al CD de la Federación se puede consultar pulsando aquí.
" No se por que razon, pero leo esta respuesta y me acuerdo de Poncio Pilatos"
ResponderEliminarTabare Bustelo
entonces alegraos... tabaré... pues si es así, todo ésto conduce a la resurrección.
ResponderEliminarcomo me dijo mi maestro de ajedrez taoista: "el que pierde, gana"
el que rie último ríe sin vociferar, y su risa no es ni arrogante ni comienzo de una nueva discordia, es una risa-sonrisa plácida y transformadora de todo el entorno.
pablo caravia
Yo pregunto….
ResponderEliminarSi a cualquiera de nosotros, viene el estado a nuestra casa y nos dice que firmemos la nueva declaración de impuestos, que lógicamente ustedes firman confiando en el estado…, digamos son solo ciudadanos..Pero después constatan que existe un error de números, que existía un 5 x 4 = 70 , entonces , ustedes lo detectan y le explican ante la ventanilla de la DGI que el error es visible y alevoso.
Entonces, déjenme entenderlo!...Si hay gente que está de acuerdo que el estado te diga “ YO sé que hay un error, la multiplicación está mal, pero tu firmaste estar de acuerdo, ya no lo podemos arreglar , tiene que quedar así”…
Lo que yo no puedo creer, es como hay gente inteligente que cree que la DGI tiene el derecho de imponerte un hecho injusto porque solamente firmaste la declaración? ¿Cuál es la diferencia?
Lo curioso es que si fuera este el caso, estoy seguro que no existiría cabeza que pudiera pensar que la DGI no tuviera que hacer una nueva re liquidación, para devolvernos lo que injustamente fue quitado. Pero si cambiamos al estado por FUA, a declaración por planilla firmada y por último a ciudadano por ajedrecista, entonces todo cambia, ya no es tan claro, la justica ya no es igual, todos opinamos diferente y gana la injusticia.
Saludos.
Yo cuando firmo algo, leo lo que firmo, verifico sus condiciones, o asumo el riesgo implicado. Así funcionan las estructuras que tenemos definidas en todos los ordenes para solucionar nuestros conflictos y manejar nuestras interacciones. Personalmente sufrí en carne propia y en forma monetaria una de estas situaciones por un error de un contador en el estado, que devolvió una asignación presupuestal. Fue una situción de este tipo, que yo llamo de jarron roto. Te rompen el jarron, tenes razon, los errores fueron de otros, lo unico que se te puede decir es que en todo caso pudiste haber pensado en los errores que los otros podian cometer y cuidar un poco mas el jarron, pero marche preso. Le hacen chas chas en la cola al que
ResponderEliminarte rompio el jarron, pero el jarron no lo arregla nadie. La situacion me fue profundamente frustrante, pero tambien me sirvio para estar atento de ahi en mas en todos los puntos de control que estan a mi disposicion.No estoy defendiendo ni a los arbitros, ni al fallo, ni a la FUA, ni a nadie, sino que digo que las estructuras y mecanismos no estan alli porque si, y a veces hay que pensar si existen alternativas razonables. En este caso por ejemplo, una vez emitido el fallo, volverlo atras, podria derivar en una queja similar por parte del otro jugador, diciendo que esta escrito que el fallo es inapelable. Jugar la partida desde ese punto en un momento posterior, derivaria en una igual queja del mismo, y tendria razon, porque seria alquimia asegurar un resultado solo porque uno "esta ganado" si se seguia jugando en ese momento.
Agregar jugadores a la final, resultaria en un perjuicio para los otros participantes, y en un cambio en las reglas de juego preestablecidas, que si nos ponemos quisquillosos, podria resultar en reclamos de todo tipo, durante la misma y luego de terminada.
Asi funciona el mundo en que vivimos. Podra no gustarnos, pero asi funciona.
Guillermo Carvalho
PD: Alejandro, lejos estoy de querer polemizar sobre este tema contigo. Tenes toda la razon del mundo en estar molesto, es una enorme injusticia que te pase eso, y nada de lo que se haga podra reparar el jarron.
Es verdad, nada podrá reparar el jarrón. Pero un pueblo cordero acepta, baja la cabeza y sigue su camino como una oveja esperando que no le toque nuevamente. Desconfiando del estado, que se supone es el máximo protector.
ResponderEliminarUn pueblo digno, que se revela ante la injusticia toma en estos jarrones rotos la iniciativa para cambiar las leyes para que no vuelva a ocurrir. Así debería ser, así se avanza a leyes mejores, motivados para que no suceda nuevamente lo mismo.
Aun así, puedo aceptarlo del estado, porque es un ente burocrático, gigantesco y lento.
En el caso de la familia de ajedrecistas, creo que bien podría haberse hecho justicia. Creo que si uno aplica las reglas a ultranza sin razonar la justicia que persigue, y en un grupo humano reducido, en el que se conocen todos, entonces cometemos un gran error.
En nuestro caso, les vemos las caras todos los días y es difícil mirar a alguien a los ojos sabiendo que lo has perjudicado injustamente.
Cuando a Arévalo le explicaron que hice una ampliación donde constataba el error, lo primero que dijo fue, que no se podían hacer más ampliaciones, se volvió estricto y no acepto la opinión del propio juez que decía haberse equivocado…En su mente solo apareció el tecnicismo, la estructura puntillosa y nada de nada de deseo por hacer justicia. Debió ser muy estricto para saber cuántos minutos debían pasar para hacer la ampliación y tampoco no le importo el orden de errores. ¿Primero se equivoca el juez, después firmo. Si se invalidaba lo primero como no podría invalidarse lo segundo? Estricto para cuando le conviene, pues como bien lo expuso Bustelo, en otros casos no fue así. Esto no justifica seguir equivocándose, lógicamente pero nos habla de la ética de quien juzga.
El ser humano, registra la injusticia y después en algún momento te la cobra. En el caso del ejemplo del estado, podrá pagarla pero en algún momento produce un ciudadano resentido que eludirá impuestos para compensar dicho error, por eso no conduce a nada la frialdad de decir “ se que tenes razón, pero el jarron esta roto y no te vamos a dar un peso por el”
Es verdad, este es el mundo que tenemos y yo no estoy de acuerdo.
Saludos.
Alejandro Genta