La Semi se vive en la rambla de Pocitos.

 La rambla del coqueto barrio montevideano ruge con música que alienta el despliegue de los deportistas que dentro del Estadio Arenas del Plata hacen las delicias de quienes se encuentran en las cómodas y amplias tribunas.

En su entorno, cientos de orientales disfrutan la calidez de un sol que les regala los últimos rayos de este verano, sabiendo que queda poco y sacando cuenta lo amarrete que fue en el febrero que acaba de terminar.

Cruzando la transitada avenida, otros deportistas despliegan todo su saber.

Sin parlantes que resuenen fuerte, sin arena entre los dedos, sin sentir el calor del astro mayor sobre su piel.

Pero vaya que que despliegan todo su saber y palpitan a mil, todas y cada una de las situaciones que "su" deporte allí les requiere.

La prodigues del querido "Mago" hace que todos podamos disfrutar en directo desde la nueva y muy coqueta página que la federación ha inaugurado con este torneo, de los detalles de las tres primeras partidas del torneo. En ellas y en el tablero número dos, nuestro compañero Eduardo Rodríguez Farías que viene con puntaje perfecto luego de su victoria ante el juvenil Martín Silva en el debut y ante al MN Tabaré Bustelo en la segunda se ve las caras con el bancario Mateo Arcos Facio.

La imagen de la derecha nos muestra la mesa que lograba reunir la mayor cantidad de proístas juntos: Alejandro López, Andreina, Alfonso, Antonio y Facundo, casi que cartón lleno.

A la izquierda vemos a Ismael Piñeiro meditando detalladamente que jugada será la mejor para el movimiento de las piezas negras ya que luego de las tablas con Andreína en la ronda anterior no quiere dejar más unidades por el camino.

A la larga se ve que logró encontrar la mejor secuencia porque se llevó la unidad ante el gran Alfonso, quien debutó en el torneo entablando contra el siempre fuerte Marcelo Lanzilotta, y luego tuvo a su frente a Mathías Michailov.

Tenemos seguridad que nuestro compañero dará dura batalla en el torneo, aún siendo este muy duro, como vemos las tres primeras partidas todos sus rivales tenían un coeficiente elo superior al suyo.