
El salón se vistió con sus mejores galas, las luces encendidas a pleno, los manteles tendidos como presagiando la gran fiesta que se avecinaba y los rostros sonrientes de todos, por el reencuentro en una nueva oportunidad de vivir un comienzo de torneo con las mayores expectativas.
Y de un lado del salón nos encontrábamos con jugadores que figuran entre lo mejor del ajedrez nacional, y recorriendo con la mirada y mientras la vista se embriagaba de felicidad al ver a tantos amigos que se han vuelto infaltables visitantes de estas jornadas de los lunes, rescatábamos a más de uno que después de mucho prometer acercarse a nuestra casa, este lunes 6 había cumplido y nosotros felices por ello.
Y los rostros se acumulaban en nuestras retinas y sentíamos la felicidad de la tarea lograda, de haber dado inicio a un nuevo torneo, con un formato distinto al habitual y el salón estaba a pleno.
Cuando el camino visual parecía querer terminarse, los ojos retienen en la otra punta del salón la otra cara de la moneda: las semillas ajedrecisticas que la proa siembra, queriendo hechar raíces y empezar a crecer.
Y es que no podíamos dejar de lado nuestra identidad, y por eso, ahí estaban ellos, algunos, reyes en su categoría, otros que presagían un futuro por demás alentador, pero todos excelente pibes que nos hacen disfrutar con su frescura y nos dan el impulso para seguir día tras día creando más espacio para saciar sus deseos de escaques y trebejos.
Y de un lado del salón nos encontrábamos con jugadores que figuran entre lo mejor del ajedrez nacional, y recorriendo con la mirada y mientras la vista se embriagaba de felicidad al ver a tantos amigos que se han vuelto infaltables visitantes de estas jornadas de los lunes, rescatábamos a más de uno que después de mucho prometer acercarse a nuestra casa, este lunes 6 había cumplido y nosotros felices por ello.
Y los rostros se acumulaban en nuestras retinas y sentíamos la felicidad de la tarea lograda, de haber dado inicio a un nuevo torneo, con un formato distinto al habitual y el salón estaba a pleno.
Cuando el camino visual parecía querer terminarse, los ojos retienen en la otra punta del salón la otra cara de la moneda: las semillas ajedrecisticas que la proa siembra, queriendo hechar raíces y empezar a crecer.
Y es que no podíamos dejar de lado nuestra identidad, y por eso, ahí estaban ellos, algunos, reyes en su categoría, otros que presagían un futuro por demás alentador, pero todos excelente pibes que nos hacen disfrutar con su frescura y nos dan el impulso para seguir día tras día creando más espacio para saciar sus deseos de escaques y trebejos.
El telón se levantó, y así comenzó la fiesta:


Mateo está a solo unos pasos de ser maestro nacional, y quizás en este torneo lo consiga, arrancó como para que no queden dudas de su propósito, el primer punto ya se llevó para su casa.

El lunes 13 se verán frente a frente:
Nicolás Cucchi (0) - Claudio Cóppola (0)
Mateo Arcos (1) - Guillermo Carvalho (1)
Jorge López Falcón (1) - Mario Saralegui (0)
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