Franco Manteiga y su gran triunfo del "Verano"

 Nuevamente llegó el primer día laboral de la semana, y muchos esbozaron sus rostros fruncidos por tener que volver a las jornadas de trabajo, así como aquellos a los que los esperaba el aula teniendo a su frente a un maestro exigente.

Pero ese día vio transcurrir sus horas, y cuando las agujas se cansaban de dar sus eternas vueltas, el sol cayó sobre la ciudad, y muchos caras se mostraron felices por volver a tener la oportunidad de disputar una partida de competencia en el templo del ajedrez montevideano como lo es por siempre la casa del club Trebejos.

El otro feliz

Y si hubo una sonrisa que quedó tatuada por horas en su rostro, esa debería ser la de nuestro compañero Franco Manteiga, quien seguramente no la mostró a todo aquel que se pusiera a su frente, pero si  creemos que en su interior más profundo era el sentimiento que lo acompañaba.

Y es que la segunda ronda del certamen, lo ponía frente al número 1 del "VERANO",  el maestro nacional Luis García, quien supo vestir por años los colores proístas.   Todos quienes lo conocen bien, no solo saben de su calidad humana, sino que también de su fuerte nivel como trebejista, con un conocimiento teórico que lo hace ser prácticamente un libro abierto.

En la jornada inaugural del certamen "lo sufrió" Hiber Núñez, también compañero de nuestro club, pero ahora Franquito rompió todos los pronósticos y se alzó con una victoria en una inglesa que lo vio estar cómodo en la mitad misma de la partida, cuando sus defensores ocupaban el centro y las fuerzas que defendían al rey de Luis debían replegarse casi que todas a la primera fila. Varias jugadas después un cambio de torres que se presume podía haber sido el motivo para aliviar la presión, fue la causa fundamental para que un peón endemoniado corriera cual puntero derecho en una cancha de fútbol y no existiera sobre el tablero ningún Godín ni Coates que pudiera cortar su carrera.

Preciosa victoria del joven proísta, que pone de relieve la máxima ya sabida: cuando al talento se le suma un entrenamiento sistematizado y a conciencia los resultados son solo cuestión de tiempo.

Acá, la partida.

Los otros de la cumbre

Junto a Franco hay otros cinco que le hacen compañía en lo más alto de la tabla, uno de ellos también representa a nuestro barquito, y es el más joven del torneo Filippo Lanzilotta, quien obtuvo su segunda unidad por la ausencia de Juan Romero.

También junto a ellos con puntaje perfecto, están el representante de la Udelar y también ex-proísta Antonio Fernández, Gian Franco Dotta de Cerro, y los locales Marcelo Ibañez y Luis Pérez Selios.

Los otros 4 del barquito

Nicolás Kulik encontró en el representante del Club Enroque Largo, un fuerte rival, con el que llevó adelante una partida sumamente pareja llegando al final con un peón de ventaja. Pero además de ese peón también había una torre por bando, y el oportuno Amaral supo encontrar la manera de realizar jaques interminables para que la vida de ese peón quedara inevitablemente en la mitad del camino, sin poder cristalizar sus sueños de llegar al final y transformarse.

La partida aquí.

Hiber Núñez dividió el punto en juego ante Gianfranco Zas, en una apertura francesa en sólo 19 movimientos. La debilidad de su enroque quiso ser aprovechada por el defensor de Cerro, con un alfil potente que parecía muy amenazador. Hiber propuso cambiarlo y no se lo aceptaron. Una vez, dos vez, y  ...tablas. Aunque al final, aceptar el cambio podía haber sido beneficioso para Zas.....

Acá la partida.

En un juego increíble en tan solo 19 movidas Germán Estoyanoff y Omar Olivera pactaron el armisticio.

Las balas caían por todos lados desde que un caballo combinativo se entregara en f7, para sacar al rey de su cueva y ganar un peón. De allí en más por más que el proísta buscó ordenar su retaguardia, el ataque continuó de manera por demás violenta hasta dejar al rey totalmente con sus ropas en el piso, y desnudo ante las fuerzas invasoras solo podía ocupar una única casilla libre. La sucesión de jaques llevó a las tablas, cuando el monarca clamaba ya por un poco de paz.

La partida.

Juancito Lemos como es su costumbre, vendió cara su derrota ante Carlos Castagnet. Esta vez quedó en inferioridad material luego de una decena de jugadas cuando dos peones suyos pasaron a poder de su adversario, pero jamás bajó los brazos y luchó hasta el final para revertir ese comienzo. Cada partida será una clase para Juan, que sin dudas saldrá fortalecido de este torneo.

Aquí la partida

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El lunes próximo otra historia se escribirá, quizás con menos calor, ya quizás con agua sobre nuestro suelo. Pero lo que si es seguro es que seguirá existiendo la adrenalina fluyendo a mil sobre los tableros de la calle Andes.

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