Club de Ajedrez La Proa: Nicolás Kulik campeón invicto del 4to Torneo de Ajedrez Activo

El campeón del 4to Torneo Activo de La Proa se llama Nicolás Kulik, ganador del campeonato uruguayo sub-14 hace dos años y uno de los grandes jugadores del club. Ganó las cinco partidas y en la última remató su gran actuación con un triunfo conduciendo las negras ante Franco Manteiga, quien terminó en el segundo lugar. El podio, completado por Martín Rodríguez, quedó integrado por tres ajedecistas del club, que además de tener gran proyección como deportistas ya son referentes claros para todos los alumnos proístas.

El domingo comenzó lluvioso pero nada detuvo a las familias del club a llegar bien temprano a La Casa de la Pólvora en el Cerro. Se trata de un lugar más antiguo que la Fortaleza, le explicaba Miguel Tabárez a varios curiosos, y repartía así su rol de líder educativo con el de guía histórico. Junto con Franco son los talleristas de ajedrez en este centro cultural, que dos siglos atrás funcionaba como almacén de armamento de la ciudad colonial. Todos los que concurrimos al torneo nos vamos sabiendo que se trata de un sitio único a nivel histórico por su larga data y porque no hay otro igual en la región. Es una buena noticia que haya pasado a ser un lugar donde, entre otras cosas, se juega ajedrez.

Los tableros prontos y los respectivos relojes con el ritmo de juego 10+5. El público siguió con entusiasmo el desarrollo de las partidas, y las rondas se sucedieron con gran velocidad. Igual así, el ambiente de camaradería permitió lindas charlas entre los presentes y algo que no es para nada menor: unos se estimulaban a otros, más allá de sumar o no una unidad. Los techos altos y la mística del lugar aportaron un valor único para este torneo (válido para ELO Fide) dirigido por Miguel Llabrés y que contó con el arbitraje de Alfonso Figueroa. También participaron muchos jugadores federados y otros que están comenzando en el mundo del 8x8, uniéndose en una celebración especial con cerca 50 jugadores, la familia, la gente que trabaja en el espacio cultural y tres perros que viven ahí, en una cucha que hay en el laberíntico jardín.

Los más chiquitos que dijeron presente en el torneo tienen entre 7 y 12 años, algunos de ellos con un nivel ajedrecístico que impresiona. Los más veteranos también dieron que hablar, aunque no rindieron como los más jóvenes.

Durante la ceremonia de entrega de premios, Nicolás Kulik, de justas palabras, contó su origen en el ajedrez: cuando tenía cinco años jugaba con su padre en un set de ajedrez con piezas imantadas. A los 8 comenzó a competir; hoy tiene 15 y un estilo propio. En los primeros años, recordó Miguel Llabrés a todo el público presente, el jugador no clasificó para la final del campeonato nacional sub-8, algo que puede ser muy duro para un niño. Esto lo fortaleció aún más y lo impulsó a seguir hasta lograr el campeonato nacional sub-14 en el año 2020.

También durante la premiación, el jugador Martín Rodríguez contó una anécdota muy valiosa sobre el "ida y vuelta" en la vida. Su primer libro de ajedrez desapareció junto con su mochila cuando tenía 12 años. Cuatro años después, en el Polvorín del Cerro, recibe como premio...¡el mismo título! Sin dudas que este libro ya tiene un valor especial en la vida de este jugador proísta. Para los interesados, el título del libro es "500 combinaciones del Siglo XIX" de Richard Guerrero.

La buena energía copó el Polvorín, donde este domingo se sintió que lo mejor está por venir.

"Que esto siga creciendo", expresó Franco Manteiga, uno de los impulsores de este concurrido taller en La Casa de la Pólvora.