“Es más fácil para un niño de cinco años aprender cosas que para uno de seis, para uno de cuatro que para uno de cinco, para uno de tres que para uno de cuatro y para uno de dos más que para uno de tres”.
Basándose en esa afirmación, el licenciado en educación Silverio Trujillo le ha enseñado a jugar al ajedrez desde cero a sus dos hijas cuando ambas eran muy pequeñas. "Mi hija Zophiel comenzó a jugar a los tres años, mi hija menor Eliette
aprendió desde los dos", cuenta Silverio en una entrevista con el portal chess24.
Este maestro de 39 años se interesó hace ya más de una década en el campo de la estimulación temprana y a partir de eso decidió enseñarle ajedrez a sus dos niñas.
“¿Por qué con ellos sí juegas y conmigo no?” fue la pregunta que le hizo su hija mientras él daba clases y que disparó la idea de inclucarle el conocimiento del ajedrez cuando tenía tres años.
"Como padre y como educador tenía la obligación de darle una respuesta clara, definida y positiva, así que al terminar mis clases la senté frente a mí; en medio nuestro un tablero de ajedrez, y con nuestras mejores intenciones, juntos descubrimos cuál era la mejor manera de enseñarle a un niño de tres años a jugar ajedrez", dice Silverio.
Al ver que la experiencia había sido positiva y que, con una enseñanza específica para esa edad, su hija había logrado incorporar la mecánica del juego, un tiempo después decidió enseñarle a su otra hija, Eliette, de dos años.
"Aprendió más rápido que su hermana de tres. Además le resultó más divertido, ya que el método estaba acabado", cuenta sobre ese proceso.
"A un bebé puede enseñársele todo lo que (...) creamos posible, siempre y cuando encontremos el método apropiado" es la convicción que tiene Silverio.
Recomendamos leer la entrevista completa.
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