El actual Maestro Internacional de 19 años todavía no puede creer su
propia hazaña. “No estaba confiado de que iba a ganar, para nada”,
asegura, mientras cuenta que incluso tuvo que cambiar su pasaje de
regreso a Chile, que estaba agendado para hoy.
Como todo un prodigio su amor por el ajedrez comenzó a los
cuatro años viendo jugar a su padre, quien lo animó a participar en un
club en la parroquia San Vicente de Paul, de su comuna natal. “Iba
porque me gustaba jugar, no por la iglesia”, aclara Cristóbal. Con sólo
10 años comenzó a participar en competencias internacionales, como
Panamericanos y, paulatinamente, los peones y los alfiles se
convirtieron en su prioridad.
El momento clave vino cuando cursaba segundo medio en el
Instituto Nacional y la exigencia del establecimiento no compatibilizaba
con su pasión por los escaques. Esto lo llevó a tomar la decisión de
dejar sus estudios formales y dar exámenes libres. “Tercero y cuarto
medio los hice en un dos por uno. No cualquier padre acepta eso, porque
igual para la sociedad es feo”, admite Henríquez.
El promisorio ajedrecista ahora apuesta a convertirse en el
quinto Gran Maestro en la historia de Chile. “Me falta una norma, pero
ya tengo el nivel hace rato” afirma el jugador que, con un ranking ELO
de 2.511, ya superó los 2.500 necesarios para obtener el nivel de
excelencia.
Único en la historia
El logro de quedar
entre los 64 mejores del mundo en el Cáucaso provocó, incluso, que unos
pocos miembros del Club de Ajedrez de Chile terminaran celebrando en
Plaza Italia, habitual escenario de festejos de los triunfos deportivos
nacionales.
“Es una tremenda emoción que Cristóbal haya hecho una
cuestión histórica.Nunca un jugador chileno había vencido la primera
fase de eliminación que acaba de ganar. Nunca”, enfatiza su presidente,
Mauricio Domínguez.
“Encuentro que él tiene una mente brillante, tiene una
humildad que también la traspasa al tablero. Él no muestra mucho sus
emociones ni antes, ni durante, ni después de la partida; eso hace
desequilibrar a cualquier oponente ”, agrega.
Además destaca el rol que ha tenido el entrenador Rodrigo
Vásquez (GM), quien ha ayudado a Henríquez no sólo a subir puntos, sino
también a través de su funcación Fundacek.
Desde Bakú, Vásquez también relata muy contento el triunfo
del floridano. “Imagínate, yo había conocía a Gelfand, éramos de la
misma generación, jugamos mundiales juntos” cuenta quien preparó el
juego de Henríquez.
“Ya habiendole ganado a un subcampeón mundial como que se te
suelta la mano”, asegura, refiriéndose al futuro de Cristóbal, quien se
enfrentará hoy al peruano Julio Granda, el sudamericano con mayores
logros durante el último tiempo. De esta forma, el genio chileno buscará
quizás seguir haciendo historia.
Nota extraída de: http://www.latercera.com/
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