Reflexión de Roselli sobre los nuevos titulados

El presidente de la Federación Uruguaya de Ajedrez (FUA) y 15 veces campeón uruguayo, MI Bernardo Roselli, publicó un artículo en el que se refirió, entre otros temas, al gran logro de cuatro jugadores de la academia que él dirige, que obtuvieron todos títulos internacionales. "Tienen la obligación de continuar jugando ajedrez para no desperdiciar su talento y ayudar a hacer mejores a las generaciones futuras", dijo Roselli.

Roselli comenzó su artículo hablando de las gestiones de las comisiones directivas de la FUA desde 1980 hasta el presente.

Caracterizó a la anterior administración a la suya (Roselli ha sido presidente de la FUA desde el 2009), comandada por Carlos Milans, como generadora de "una línea estratégica clara para el ajedrez nacional", y opinó que "en esos vigorosos cuatro años dejó una federación saneada, integrada y con el prestigio de haber organizado dos eventos internacionales, como lo fueron el Sudamericano Sub-20 (2008) y el Panamericano Sub- 20 (2009).

Con respecto a la gestión que él y su equipo están llevando adelante desde 2009, dijo: "A la directiva siguiente le dejó el listón bien alto, obligando a hacer cosas en la misma línea. Como la estrategia estaba escrita, solo había que continuar jugando con todas las piezas, ser creativo, buen táctico y no 'colgarse'. Por este camino trazado es que llegamos al Zonal 2013 Absoluto y Femenino".

"Si piensan que me van a impresionar..."
Roselli elogió a varios jugadores por sus buenas actuaciones en el Zonal, y se refirió en particular a los cuatro chicos que consiguieron títulos internacionales: Claudio Cóppola (MI), Mateo Arcos (MF), Nicolás López (MF) y Patricia De León (WFM).

Dijo: "Los jóvenes mencionados, Camila [Colombo], Patricia, Mateo, Diego [Carbone], Nicolás, Claudio y todos los que estén en esta situación que no he nombrado, pues mi memoria falla, son estudiantes universitarios y tienen la obligación de continuar sus estudios y recibirse.

Asimismo, una vez recibidos, tienen la obligación de continuar jugando ajedrez para no desperdiciar su talento y ayudar a  hacer mejores a las generaciones futuras. Esto no es más que una carrera de posta donde hay que entregar el testigo a un compañero.

Y va el tirón de orejas para los nuevos titulados: si piensan que me van impresionar con un título debajo del brazo y con ese Elo FIDE, ya conocen  mi opinión.

En situación similar y en su momento a mí me mandaron a calentar agua...".

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