El Maestro Mateo dio clase de calidad en 33

Había andado por Suiza hace poco tiempo atrás.

Por cuestiones de estudio, fines estrictamente universitarios.

Pero como el vicio todo lo puede, en alguno de esos momentos le dio para enfrentarse con uno de los mejores jugadores del mundo, sino el mejor, en una ronda de simultáneas.

Ahora de nuevo en el paisito y encontrarse con un circuito en funcionamiento y se decidió a subirse al mismo en su pleno andar.

Pero claro, era amplio favorito.

Se escuchó decir en la tribuna que ahora él, podía dar simultáneas a todos sus oponentes y dificil que perdiera alguna.

Y así fue, 6 en 6, como todo lo presagiaba en un principio.

El segundo lugar fue para la representante del Club Banco República Patricia De León quien también se quedó con la copa a mejor femenina de la serie, y allí se la ve con un lauro bajo cada brazo,  sabedora que tantos en su casa ya precisan vitrina nueva.

El único que casi da el batacazo fue quien se colocó en tercer lugar, el representante de Cesope, Emiliano Santos, quien en su partida con el MN Arcos, inspirado como el que más, pareció en un momento inclinar la balanza a su favor, pero luego la experiencia del rubio ajedrecista, no dejó que las sorpresas se dieran a la cita.

La cuarta colocación la tuvo el jugador del Grupo de Ajedrez Chaturanga, Emiliano González quien a puro talento logro sumar cuatro unidades sobre seis posibles solo cayendo ante Santos y Arcos, en bravas tenidas.

La quinta ubicación alguien de la barra proísta se tenía que colar, y allí apareció Martín Gómez, quien conquistó cuatro unidades pero por sistema de desempate alcanzó ese escalón de la clasificación final.

Para conocer todos los detalles de la serie más grande del circuito infantil y juvenil uruguayo 2011 pulsar aquí.

Como cierre y algo que hicimos costumbre compartimos un breve vídeo de la ultima fecha, en donde se ven cosas variadas, desde aquellos que parece que la cámara los molesta o los que la saludan con afecto, unos (unas) de manga corta y a su lado otro con campera y bufanda, y algunas manos que se cubren la cara en protección al ruido en busca de una concentración mayor, mismo en ese momento cuando el silencio reinaba.