Panamericano 2010: más para compartir

Diego Ottonello mira con firmeza el reloj, confirmando que todo esté perfectamente en regla previo al encuentro suyo en una de las rondas del panamericano recientemente terminado.

Argentina y Uruguay en sus representantes masculinos en la sub-8, ambos campeones en su patria, ambos orgullosos del país al que representaban. Benjamín y Valentín competidores el tablero, amigos en la sala.

La iglesia del pueblo no podía tener otra forma. Un lugar que nació y creció al ritmo de las viñas y al sabor del buen vino, debía agradecer al santo padre con la creación de un templo con forma de barril. Sus bancos interiores tienen grabada en la madera un bello racimo, impensable que no fuera así, si la leyenda (o es realidad), dice que por aquellos años el agua escaseó y la construcción se terminó usando vino...

La rival de turno comprendía muy bien el nombre de la bella proísta, ella elevó su cartelito y todo quedó más claro.

Dos hermosas niñas que se saludan con un fraterno apretón de manos deseandose sanamente la mejor de las suertes para la partida que comenzará pronto. Camilita adquirió una experiencia formidable en esta semana vivida internacionalmente.

Para cerrar esta entrada una intima para compartir, el momento de la cena en el Hotel Dall Onder, cuando cargabamos energías al ir cerrando el día.