Sauce llamó, La Proa escuchó, y ahí estuvimos, sumados al festejo

Junio para los orientales es un mes muy particular, y para los sauceños todavía más.

Festejamos todos el cumpleaños de nuestro padre,  quien, tras años y años de pelear por un sueño muy alto, supo dejarnos a todos nosotros un montón de enseñanzas que con orgullo las enarbolamos para que cual bandera flamee ante el mundo como la mayor identidad de esta patria.

Y si todo el país festeja, Sauce aún más,  y encuadran al sexto mes de nuestro calendario en un cúmulo de festejos desde el principio al fin.

Aniel Carnebia, motor indiscutido del ajedrez sauceño, ha impulsado desde hace ya un lustro, que también una actividad escaquística formara parte de este mes en que cada uno brinda su homenaje a su manera.

Yésta fue una edición más del torneo de ajedrez que sirve de homenaje a nuestro máximo prócer, ediciones que se han sumado una tras otra, para convertirlas en citas obligadas para muchos que sin dudas se sienten felices por apoyar esta actividad.

Nuestro grupo estaba con los oídos alertas y escuchó el llamado, y como nos alegra un montón colaborar con la gente que suma en esto del ajedrez nacional, allá fuimos, logrando transformar ese  frío domingo otoño-invernal, en un cálido recuerdo que nos dejó hermosas vivencias.

La bandera flamea en el bus que supimos completar para trasladarnos hacia la ciudad que supo ser "la casa de Artigas".  42, según la exacta cuenta de los presentes fueron los que se situaron dentro de la locomoción brindada por la empresa Coetc a quien agradecemos efusivamente.

La familia proísta viajando en los asientos de la empresa capitalina, unida nuevamente para apoyar el trabajo desinteresado de ajedrecistas que aportan y mucho al ajedrez nacional.

Afortunadamente nos quedó chico.

Acompañaron, para ir formando una caravana que se hizo ver durante todo el recorrido, tres autos, quienes también adornados con banderas proístas (todas confeccionadas por el amigazo José Luis Pisano), supieron hacer el recorrido desde nuestra sede en la calle Avalos, hasta el querido Escaparate, centro cultural donde se realizó la jornada.

Sin duda una experiencia por demás gratificante, que recordaremos siempre, porque a lo lindo del viaje, de la unión del grupo, estuvo lo cordial de la llegada, lo cálido del encuentro, hasta lo bello, del fino detalle de la creación de autohadesivos alusivos a la fecha por parte del Taller Chaturanga que sin dudas conservaremos por siempre.

Para conocer detalles brindados sobre el encuentro en la página de ajedrez sauceño, pulsar aquí.