La segunda jornada vivida la semana pasada tuvo todos los condimentos necesarios para colmar las expectativas de los allí presentes.
Un matrimonio puesto frente a un tablero en un torneo oficial de ajedrez,
cuantas veces se dió?,
existirán antecedentes?,
cuantas veces se dió?,
el Uruguay fue testigo en otros momentos de esta peculiar situación?
Aniel y Blanca en la imagen se aprestan a comenzar su partida, la que llevaría decenas de jugadas y se dirimiría en un final muy parejo.
Habrán analizado la partida a posteriori?
Se llega al club donde se realiza el torneo de diferentes maneras, algunos con varios minutos de adelanto ya que quieren tener la tranquilidad suficiente para enfrentar la partida calmos y serenos, otros sobre la hora pues aprovechan el tiempo al máximo y también se encuentran, aunque son los menos, los que llegan minutos después que la ronda comience, quizás por retrazos laborales o simple uruguayez nomás.
Lo que si es cierto, es que todos al llegar en estas rondas pasadas comentan como se sienten los grados de temperatura menos que empezamos a soportar. Claro, todo eso antes de trasponer el umbral del local que nos acobija como salón de juego, porque dentro del mismo, nos espera para acompañar el trancurso de la partida un cafe delicioso y sumamente calentito que nos hace sentirnos como en casa y por si fuera esto poco, uno encuentra a alguna dama que con notable generosidad y excelencia elabora, tortas fritas y empanadas con una calidad y un sabor sin igual.
La partida se hace más placentera y los participantes disfrutan mucho más de la velada ajedrecística.
Volviendo a la parte estrictamente deportiva, la segunda jornada nos brindó el debut de Jonathan Carnales, talentoso jugador montevideano, que supo llevarse la unidad con solvencia frente al entusiasta Yin Chieh Shih.
Para más información del torneo visitar su sitio oficil pulsando aquí.
No hubo posibilidad de analisis, ya que a la luz del resultado quien escribe durmio afuera .........
ResponderEliminaraniel
Eso pasa por ganar siempre. Hay veces en las cuales es mejor ceder un puntito en procura del bienestar emocional. Saludos. Edmundo Infante
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