Está claro que Carlos Fernández parece imbatible, que todo aquel, al que la osada fortuna brindó la grata posibilidad de ponerse a su frente, irremediablemente vio inclinar su rey besando con pena pero con honor el frío tablero.
Ahora, si bien el representante de Progreso ve la meta cada vez más cerca, la banderita a cuadros parece flamear apresurada y victoriosa frente a su vista, y parándose en los pedales y con viento en la camiseta se apresta al embalaje final que lo llevará al sitio prinicipal del podio del torneo, hay alguien que mostrando todo su fuerza contenida "pedalea" a más no poder este tramo final que lo separa del destino ansiado y dando a conocer todos sus atributos mantiene su esperanza enhiesta de que su nombre y sólo el suyo será quien se apodere del dulce premio del primer lugar.
Su nombre es Juan Babio y lo distancia del puntero nada más que media unidad, la que dejara en la fecha inaugural frente al maestro Rúben Delbono, para después sólo cosechar victorias en su camino a este apasionante final del torneo.
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