Se está desarrollando en la Escuela Uruguaya de Ajedrez en el Club Banco República un torneo que derivó en enfrentamiento La Proa-Banco República.
El torneo en sí fue concebido como un torneo individual. Pero Bernardo (el campeón uruguayo 2009 y Director de la EUA) notó que prácticamente había mitad de jugadores de La Proa y mitad de sus alumnos. Así se le dio en llamar Torneo Schveningen del aniversario del ClubBR, en alusión a la modalidad.
Scheveningen es una ciudad costera holandés acerca de La Haya (Den Haag) que dio nombre a una de las más fuertes variantes de la defensa Siciliana. En torneos se usa esa denominación para un sistema de rotación de tableros, ideal para enfrentamientos entre dos equipos fijos.
En 1913 Alekhine (en ruso: Aliójin) jugó allí el famoso torneo. Durante la Segunda Guerra Mundial los holandeses usaban la palabra Scheveningen como contraseña de modo de identificar a los espías alemanes, debido a la difícil pronunciación que esta palabra tienen en holandés para un extranjero. El sistema de rotación de tableros se usa mucho para el enfrentamiento amistoso entre selecciones.
Originalmente por La Proa estaban anotados Benji, Lanzilotta, Bustelo, Genta y Blanchard. Por el Banco, Miralles, Coppola, Arcos, de Cuadro y Cucci. Finalmente Genta no jugó y el torneo se ha ido desarrollando con los otros 4 jugadores de La Proa.
Al momento los resultados fueron
1ª ronda.
Lanzilotta 1- De Cuadro 0
Benji 1- Cucci 0
Blanchard 0- Miralles 1
Bustelo 0- Coppola 1
2 ronda.
Lanzilotta 0 – Arcos 1
Benji 1- De Cuadro 0
Blanchard ½- Coppola ½
Bustelo ½- Cucci ½
El torneo se desarrolla todos los martes. Por La Proa jugará un nuevo competidor en sustitución de Genta de modo que no se desnaturalice el torneo que está muy interesante en su modalidad.
El ambiente en la Escuela de Bernardo es muy agradable. Una auténtica “Escuela”. Una mixtura extraña de Club clásico como lo es el Club Banco República con un Club de Ajedrez. El olor del cloro de las piscinas de la calefacción, los gritos de las sala de fútbol, los muchachos saliendo con el bolso bajo el brazo y el pelo mojado. Y en una esquina de las instalaciones la Escuela. Con los vidrios empañados por el calor. Algo a nuestro entender, vital para jugar al ajedrez en invierno, sentados unas cuantas horas y cómodamente. Baños cómodos, otro detalle no menor. Y la barra de Bernardo en pleno.
En un principio los tableros de papel que hay en la Escuela de Ajedrez, de inusual color, azul eléctrico y blanco, me parecieron demasiado incómodos. Recuerdo que le comente a Marcelo (Lanzilotta): - Lo único que no me gusta de allí son los tableros un tanto estridentes.
Esto, claro, sobre el supuesto que todo el resto me resultaba muy agradable. Pero los tableros, no son cosa menor. Uno va a eso. A mirar unas fichas en blanco y negro sobre un tablero y hacer cálculos y mirarlas más y más, durante horas. Tocarlas con fruición fugazmente y luego vuelta a mirarlas. Entonces la calidad y cualidad que ofrezcan junto con el tablero a nuestros sentidos es algo bien importante.
Pero como sucede muchas veces con las cosas que a veces uno encuentra que no le “gustan”, se da un momento, indefinido, a partir del cual todo se trastoca y lo que no gustaba empieza a atraer con la misma energía que rechazaba. Tan solo se cambió el signo. Y empecé a descubrir que los tableros esos de casillas blancas y azul eléctrico tenían algo especial. Habría que profundizar en las teorías de la percepción para determinar hasta qué punto y con qué variaciones los colores de un tablero y de las piezas inciden en el estado del jugadores que permanecen horas concentrado mirando. Hasta donde sé nunca se ha hecho un estudio serio al respecto. Simplemente blanco y negro para diferenciar y los marrones que da la madera. Pero es claro: no es lo mismo un tablero verde y rojo que otro marrón y amarillo. Ciertos colores y ciertas combinaciones de colores distienden los músculos del aparato ocular y el rostro y otras lo contrario. Sospecho incluso que el celeste oscuro, eléctrico de los tableros de la Escuela Uruguaya de Ajedrez producen un efecto agradable de alerta, de lucidez. Que es algo que desde la primera vez que entré a ese lugar hace un par de años, sentí en el ambiente. Alerta, lucidez, inteligencia, sencillez y agudeza de Alfiles. No tengo duda que dentro de años quienes ahora son alumnos adolescentes apenas de la Escuela Uruguaya de Ajedrez, recordarán aún esas casillas azules y blancas en lo profundo anden por donde anden en la vida.
El torneo en sí fue concebido como un torneo individual. Pero Bernardo (el campeón uruguayo 2009 y Director de la EUA) notó que prácticamente había mitad de jugadores de La Proa y mitad de sus alumnos. Así se le dio en llamar Torneo Schveningen del aniversario del ClubBR, en alusión a la modalidad.
Scheveningen es una ciudad costera holandés acerca de La Haya (Den Haag) que dio nombre a una de las más fuertes variantes de la defensa Siciliana. En torneos se usa esa denominación para un sistema de rotación de tableros, ideal para enfrentamientos entre dos equipos fijos.
En 1913 Alekhine (en ruso: Aliójin) jugó allí el famoso torneo. Durante la Segunda Guerra Mundial los holandeses usaban la palabra Scheveningen como contraseña de modo de identificar a los espías alemanes, debido a la difícil pronunciación que esta palabra tienen en holandés para un extranjero. El sistema de rotación de tableros se usa mucho para el enfrentamiento amistoso entre selecciones.
Originalmente por La Proa estaban anotados Benji, Lanzilotta, Bustelo, Genta y Blanchard. Por el Banco, Miralles, Coppola, Arcos, de Cuadro y Cucci. Finalmente Genta no jugó y el torneo se ha ido desarrollando con los otros 4 jugadores de La Proa.
Al momento los resultados fueron
1ª ronda.
Lanzilotta 1- De Cuadro 0
Benji 1- Cucci 0
Blanchard 0- Miralles 1
Bustelo 0- Coppola 1
2 ronda.
Lanzilotta 0 – Arcos 1
Benji 1- De Cuadro 0
Blanchard ½- Coppola ½
Bustelo ½- Cucci ½
El torneo se desarrolla todos los martes. Por La Proa jugará un nuevo competidor en sustitución de Genta de modo que no se desnaturalice el torneo que está muy interesante en su modalidad.
El ambiente en la Escuela de Bernardo es muy agradable. Una auténtica “Escuela”. Una mixtura extraña de Club clásico como lo es el Club Banco República con un Club de Ajedrez. El olor del cloro de las piscinas de la calefacción, los gritos de las sala de fútbol, los muchachos saliendo con el bolso bajo el brazo y el pelo mojado. Y en una esquina de las instalaciones la Escuela. Con los vidrios empañados por el calor. Algo a nuestro entender, vital para jugar al ajedrez en invierno, sentados unas cuantas horas y cómodamente. Baños cómodos, otro detalle no menor. Y la barra de Bernardo en pleno.
En un principio los tableros de papel que hay en la Escuela de Ajedrez, de inusual color, azul eléctrico y blanco, me parecieron demasiado incómodos. Recuerdo que le comente a Marcelo (Lanzilotta): - Lo único que no me gusta de allí son los tableros un tanto estridentes.
Esto, claro, sobre el supuesto que todo el resto me resultaba muy agradable. Pero los tableros, no son cosa menor. Uno va a eso. A mirar unas fichas en blanco y negro sobre un tablero y hacer cálculos y mirarlas más y más, durante horas. Tocarlas con fruición fugazmente y luego vuelta a mirarlas. Entonces la calidad y cualidad que ofrezcan junto con el tablero a nuestros sentidos es algo bien importante.
Pero como sucede muchas veces con las cosas que a veces uno encuentra que no le “gustan”, se da un momento, indefinido, a partir del cual todo se trastoca y lo que no gustaba empieza a atraer con la misma energía que rechazaba. Tan solo se cambió el signo. Y empecé a descubrir que los tableros esos de casillas blancas y azul eléctrico tenían algo especial. Habría que profundizar en las teorías de la percepción para determinar hasta qué punto y con qué variaciones los colores de un tablero y de las piezas inciden en el estado del jugadores que permanecen horas concentrado mirando. Hasta donde sé nunca se ha hecho un estudio serio al respecto. Simplemente blanco y negro para diferenciar y los marrones que da la madera. Pero es claro: no es lo mismo un tablero verde y rojo que otro marrón y amarillo. Ciertos colores y ciertas combinaciones de colores distienden los músculos del aparato ocular y el rostro y otras lo contrario. Sospecho incluso que el celeste oscuro, eléctrico de los tableros de la Escuela Uruguaya de Ajedrez producen un efecto agradable de alerta, de lucidez. Que es algo que desde la primera vez que entré a ese lugar hace un par de años, sentí en el ambiente. Alerta, lucidez, inteligencia, sencillez y agudeza de Alfiles. No tengo duda que dentro de años quienes ahora son alumnos adolescentes apenas de la Escuela Uruguaya de Ajedrez, recordarán aún esas casillas azules y blancas en lo profundo anden por donde anden en la vida.
Una enorme pantalla permite analizar las partidas a quienes entrenan en dicha Escuela. Lo que ha logrado Bernardo, a nuestro entender, junto con la calidad ajedrecística que transmite a sus jugadores, es un núcleo humano que se identifica a sí mismo y se apoya. Por tradición esto es sencillo en el ajedrez . Pero sería incorrecto atribuir la causa a que el ajedrez es un juego individual diferente de los juegos colectivos. El karate de competición por ejemplo es también individual y sin embargo quien visita un dojo encuentra una atmósfera extraordinaria, colectiva en donde cada individuo se desarrolla según sus posibilidades y temperamento natural. En esta Escuela de Bernardo se ha logrado eso, evidentemente gracias a la personalidad del Director en torno al cual se nuclea el colectivo. Existe sentimiento de colectivo, de pertenecer a algo, a una búsqueda común, lo que es vital a la hora de crecer en cualquier práctica humana. Y existe el necesario espíritu de lucha y competitividad que se requiere para sostener largas horas de enfrentamiento mental en el ajedrez de competición.
Con Tabaré, Marcelo y Benji ahí estamos estos martes de frío, batiéndonos sin tregua con los muchachos de Bernardo. A capa y espada.
He hecho algunas pruebas con los tableros de colores en el monitor, y lo que he notado es que la calidad de mi juego no cambia. Sigue siendo siempre igual de pobre.
ResponderEliminarPero sí es cierto que uno se siente más o menos cómodo, cosa que imagino que depende de con qué cosas asociamos ciertos colores.
He terminado por optar por amarillos clarísimos, tipo crema, para las blancas y marrones claros, como cedro, para las negras.
Más cuando llega el verano me da... ¡calor! Así que cambio a un celeste tiza para blancas y un azul francia para negras.
Lo que me hace reforzar mi conjetura que tiene que ver con lo que asociamos y no con una determinación objetiva del color.
Guillermo Uria
Guillermo,
ResponderEliminarHay dos aspectos del asunto. Uno son las asociaciones que son por decir asi individuales, dependen de la historia personal de cada uno. En eso el color seria "subjetivo".
Pero hay un elemento "objetivo" que es precisamente el que investiga la teoria de la percepción. Objetivo en cuanto no depende del sujeto. El objeto aqui seria de orden físico. Los colores no son sino distintas frecuencias de onda (objetivas) que al incidir en el cerebreo a traves del nervio ocular producen esa sensacion de color que llamamos azul, rojo, etc (el blanco y el negro no son colores porpiamente dichos).
Esas determinadas frecuencias de onda en el sistema biológico del ser humano producen reacciónes fisiológicas independientes de las asociaciones personales. En la contracción y distencion de los músculos faciales que a su vez inciden en el tipo de frecuencia del pensamiento.
Sucede nomas que nadie le ha dado importancia al tema en ajedrez. Si se ha estudiado por ejemplo para el color en los hospitales y otras arquitecturas.
Por supuesto que no mejora la calidad del juego en lo técnico. Se de presos políticos que jugaban apasionadamente con un ajedrez hecho en miga de pan. En el bloqueo de Leningrado se jugaba con un ajedrez de papel en cubitos. Pero eso no quita lo otro.
Es un gran tema en si todo esto.
Marcel
marcel, una teoría del color que no incluya la variable subjetiva, es una pobre teoria, tu mismo renegás de tu propia primera impresión, subjetiva pero real, ésto te lo devuelvo dentro del concepto de que todo debe ser teorizado.
ResponderEliminarpero
hay otras formas de acceder al conocimiento de las realidades manifiestas.
tu citas recurrentemente algunas tradiciones orientales que no se fundan en teorias, las citas apoyando tus dialécticas teorias.
análisis bajo la óptica de los colores de los chacras tomoa en cuenta la subjetividad del individuo formado en un contexto social-educativo-familiar-karmático... desde el aspecto no subjetivo el color azul vibra en sintonia con el chacra laríngeo, en el cuello-boca, donde se sitúa la emisión sonora la palabra y la posibilidad de la no palabra que permite la escucha. en las ituación planteada de la visualización prolongada del tablero con azul genera un antagonismo, una contradicción... pues el chacra azul se activa en un contexto en donde debe ser mejor que éste esté sin actividad, la sintomática general debe ser relacionada a la expresión con dificultad... y como el contexto es un contexto intelectual y competitivo el problema mayor radica en la expresión emotiva, la palabra que sale del corazón... ésto se vé en las fotos... los brazos contra el cuerpo... los brazos que desde el punto de vista energético corresponden fundamentalmente al chacra cardíaco... una forma poética de decirlo es que los brazos son prolongaciones del corazón... ésta expresion se vé muy disminuida... los brazos a los lados. Éso pasa entre otras cosas por la situación generada a partir del azul de los tableros.
por otro lado, el descanso automático-reflejo del ojo se dá en el color opuesto, al pestañar aunque èsto no sea habitualmente perceptible, o sea que el descanso del de el color azul se dá en el color naranja... movilizando así el segundo chacra... nada menos oportuno para lo que se necesita en la actividad ajedrecística.
lo mejor es lo propuesto por el inmortal fischer, el color verde, si quieren se los explico.
ojalá cambien los tableros azules, por el bien de la humanidad.
si no lo hacen, sugiero que los jugadores se consigan unos lentes con un tono amarillo ocre claro, sugerencia más que nada para los adolescentes en la etapa de hiperactividad tendiente al desbordamiento del segundo chacra.
roselli: quemá esos tableros.
pablo caravia
Pablo,
ResponderEliminarno niego que haya algo de lo que vos decis.
En ningun caso dije que no se debe incluir la variable "subjetiva". Esta siempre presente pues se trata de estudiar los efectos del "objeto" en el "sujeto": frecuencias de onda física de existencia independiente al sujeto y por eso mismo "objetivas" y como inciden en su sistema perceptual ocular y el nervioso, que en ajedrez juega vital papel.
Por ejemplo los rayos ultravioletas son también frecuencias. El ser humano no las capta como colores pues estan mas allá del violeta y de lo perceptible como tales por su aparato ocular. Por el lado opusto los infrarrojos. Ambos Tienen sin embargo efectos muy reales en todo lo que corre por este planeta.
Teoria del color es precisamente para estudiar los efectos de variables objetivas en el sujeto. Luego hay cuestiones intersubjetivas por decirlo asi que tambien importan.
Pero hablando de tableros de ajedrez era interesante el efecto que puedan producir o no tales colores y combinaciones de colores.
Los colores que mencionas se llaman colores complementarios y dan ese efecto si. Pero si hicieras casillas verdes y rojas produve un efecto adicional que es que los bordes parecen moverse y si miras fijo mucho una verde y cerras los ojos veras la casilla en rojo.
Sin duda que hay otras formas de acceder a las realidades manifiestas que las del racionalismo cartesiano occidental,y la cuestion objeto-sujeto se pueden complicar mucho con las teorias que dicen que el objeto como tal se modifica en el proceso de conocimiento por el sujeto.
Solo quise decir que la combinacion de colores determinados puede afectar la concentracion
y la de otros estimularla, por causas relacionadas por los efectos de las ondas en el aparato perceptor del ser humano.
Hablando del Tao, para mi siempre fue azul: esto es si que subjetivo...:)
Un abrazo.
Marcel
es cierto, casillas rojas y verdes produce ese efecto visual. y si miras mucho el verde al cerrar los ojos ves el rojo y viceversa.
ResponderEliminarrelacionado con los chacras, el verde activa el chacra cardíaco, los afectos... (pienso que eso explicaría el afecto por encima de la rivalidad entre spaski y fischer, cada uno demostrándolo a su manera, sin duda diferente)... y en el descanso del ojo al pestañar aparecería el rojo, con lo cuál se activaria el primer chacra, tonificando el cuerpo físico (algo totalmente necesario para vivir sentado frente al tablero tantas horas)
las casillas claras en blanco, a cerrar el ojo se ve en negro... el blanco y negro trascienden lo relacionado con los chacras, por eso paso a la visión Taoista del asunto: el blanco se relaciona con la respiración, y el negro con la esencia, el blanco con la recuerdo y el negro con la responzabilidad, por eso las personas que se exeden en asumir responzabilidades tienen la carácterística de ir muchas veces al baño durante una partida, demasiado autoexigencia que impide el suave fluir del Tao, que dicho sea de paso, es una vez azul y una vez rojo susecivamente, azul inn, rojo yang... o como dijo el Cristo: ¨no sean tibios... sean frios y calientes¨(alternativamente)
un placer, caballero.
pablo caravia
Aclaración:
ResponderEliminarme llamó recien Genta desde el hotel Las Dunas donde se jugará el Torneo este fin de semana. Me contó que el nunca se habia anotado en el torneo del Banco República. Evidentemente alguien le anoto producto de alguna confusión.
Hablando entre muchachos amigos: no es que se rajó. No se anotó y como no mira mucho los blogs, pues nunca se enteró que figuraba en la lista de Bernardo.
Marcel.
La determinación física, objetiva de la incidencia de colores en la psiquis es discutida por muchos. Para validar tales teorías de percepción, habría que realizar estudios transculturales y transhistóricos. Esto es, ver si en una cultura y otra producen la misma estimulación, y si las mismas se reproducen en situaciones históricas diferentes, vale decir, hacer un test en un presente, y luego reiterarlo 20 o 40 años después.
ResponderEliminarHasta dónde se, tales estudios no se han hecho, por lo que los estudios realizados tienen validez intracultural e intrahistórica. Cosa que no les quita valor, pero los transforma en afirmaciones de una "subjetividad colectiva" con perdón del término.
En cualquier caso, me parece un tema interesante de discutir y estoy abierto a nuevos datos de los que yo pueda carecer.
Guillermo, totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarEn todo caso yo estaba hablando al gran grupo cultural al cual nosotros pertenecemos, llatinoamericano, de gran influencia europea y en la cual sí hay estudios que comenzaron en principios del siglo XX con las vanguardias figurativas en arte. En esa época se empezo también el estudio del camouflage en las vestimentas para la guerra -tema relacionado con la percepción de los colores y formas también- y de resultados operativos muy prácticos.
En las Facultades de Arquitectura y de Bellas Artes y en todas las carreras vinculadas con el diseño de lo que sea (desde tanques hasta cepillos de dientes, juguetes o tazas o estaciones de metro), se estudian esas teorias que tuvieron otro gran impulso en la década de los 60.
Otro asunto es el estudio intercultural. Por cierto hay variaciones. Se estudian en arquitectura por ejemplo la variación de la percepción de los espacios, los colores y las formas según las diversas culturas. también en linguística.
En ruso por ejemplo "rojo" se dice "krasni" que también significa en el ruso antiguo "bello". Fíjate nomás si habrá diferencia intercultural.
No niega para nada la existencia de bases cuantificables en determinada cultura y de aplicación práctica, como pueden ser para el diseño de un tablero de ajedrez.
Totalmente de acuerdo.
Marcel.