Como si se tratara de una jornada más, pequeños grupos de personas se acumulaban en la entrada de la sala principal de la sede de la Cooperativa de ANCAP, haciendo comentarios sobre los rivales de turno, lamentándose de los errores garrafales cometidos en rondas anteriores o simplemente charlando y distendiéndose con cualquier tema antes de que empezara la partida. Casi igual que las 8 veces anteriores. Pero, claro, no era una noche más, y varios de los que en unos momentos entrarían a la sala (o ya estaban dentro desde hacía largo rato) lo tenían más que presente.
No era una noche más porque esa noche se definían los clasificados a la final del Uruguayo y aquellos que jugarían, como paso previo, la semifinal. Como luego pudimos comprobar, todos los que creíamos esto no habíamos leído el reglamento, y nos habíamos salteado la parte de los desempates, a través de los cuales podían llegar a quedar lugares sin definir una vez terminado el Preliminar. Sin embargo, se trata de un detalle menor si consideramos el alto grado de emoción y nervios que se vivió durante la noche del 27 de abril y parte de la madrugada del 28. Valía la pena la desinformación.
Bastó con mirar cómo se desarrollaron las partidas para darse cuenta de que las ganas de entrar al Campeonato Uruguayo no eran simples virtualidades, y que el minucioso cálculo que gran parte de los jugadores habían hecho con respecto a sus propias posibilidades, lo habían incluido a la estrategia de cada una de sus partidas como un elemento relevante. Hubo jugadores que estando en mejor posición igual ofrecieron tablas, y otros que, estando en situación de inferioridad, no las aceptaron. Hubo dos que, sentados en sus mesas desde el mismísimo momento en que sonó la campanilla del Árbitro Principal Pedro Lamas, anunciando el inicio de la ronda, demoraron media hora en hacer sus tres primeras jugadas, exactamente el mismo tiempo que duró la partida Marizcurrena – Aires, y otra media hora para las próximas 5. Hubo otros, sin embargo, que jugaron su punto a muerte, hasta las últimas, ya porque no les quedaba otra, ya porque su rival no quería tablas rápidas ni cómodas. Más allá de todos estos pormenores, lo que quedó bien claro fue que los que estaban en zona de clasificación no iban a malgastar su lugar de privilegio, que tantas rondas de trabajo les había llevado, con una decisión desatinada al final.
Parece poco creíble que la misma situación –curiosa e inesperada– haya ocurrido en ambas series, con la gama tan vasta de combinaciones posibles que se podían suscitar. En los dos grupos de la competencia hubo tres jugadores empatados, con la misma cantidad de puntos en ambas, tanto en el primer como en el segundo lugar. En total fueron 6 jugadores que terminaron primeros con 7 puntos, y 6 jugadores que terminaron segundos con 6.5 puntos.
La partida de la noche fue, sin dudas, Carvalho – Arcos. Con calidad de menos pero dos peones de más, el rubio de Banco República luchó una partida muy extensa, que terminó pasada la medianoche, con mucho tiempo de menos en el reloj y una multitud que lo aplastaba contra la mesa. Rechazó un ofrecimiento de tablas (¿ya sabía que si las aceptaba no clasificaba a nada por un punto y medio de progresivo de diferencia con Durante?), pero al final todo quedó dividido entre los dos contendientes.
En definitiva, ¿quién hizo los mejores cálculos, quién terminó imponiendo su estrategia y su talento? Podría decirse que si bien Nicolás López y Tabaré Bustelo fueron los que finalmente clasificaron, ninguno se aseguró del todo (no lo sabían hasta que los árbitros lo dijeron) el lugar tan perseguido en la final del Uruguayo. Nadie se había animado a ocupar la primera posición en solitario y todo ya se había acabado. Una indefinición que puede hablar de un Preliminar tan competitivo y exigente que ninguno pudo sacar una ventaja considerable al término del mismo, o bien de una tensión tan difícil de manejar para los jugadores, en la cual era demasiado peligrosa la distinción entre lo que había que hacer para clasificar directo y lo que no había que hacer para quedar afuera.
No era una noche más porque esa noche se definían los clasificados a la final del Uruguayo y aquellos que jugarían, como paso previo, la semifinal. Como luego pudimos comprobar, todos los que creíamos esto no habíamos leído el reglamento, y nos habíamos salteado la parte de los desempates, a través de los cuales podían llegar a quedar lugares sin definir una vez terminado el Preliminar. Sin embargo, se trata de un detalle menor si consideramos el alto grado de emoción y nervios que se vivió durante la noche del 27 de abril y parte de la madrugada del 28. Valía la pena la desinformación.
Bastó con mirar cómo se desarrollaron las partidas para darse cuenta de que las ganas de entrar al Campeonato Uruguayo no eran simples virtualidades, y que el minucioso cálculo que gran parte de los jugadores habían hecho con respecto a sus propias posibilidades, lo habían incluido a la estrategia de cada una de sus partidas como un elemento relevante. Hubo jugadores que estando en mejor posición igual ofrecieron tablas, y otros que, estando en situación de inferioridad, no las aceptaron. Hubo dos que, sentados en sus mesas desde el mismísimo momento en que sonó la campanilla del Árbitro Principal Pedro Lamas, anunciando el inicio de la ronda, demoraron media hora en hacer sus tres primeras jugadas, exactamente el mismo tiempo que duró la partida Marizcurrena – Aires, y otra media hora para las próximas 5. Hubo otros, sin embargo, que jugaron su punto a muerte, hasta las últimas, ya porque no les quedaba otra, ya porque su rival no quería tablas rápidas ni cómodas. Más allá de todos estos pormenores, lo que quedó bien claro fue que los que estaban en zona de clasificación no iban a malgastar su lugar de privilegio, que tantas rondas de trabajo les había llevado, con una decisión desatinada al final.
Parece poco creíble que la misma situación –curiosa e inesperada– haya ocurrido en ambas series, con la gama tan vasta de combinaciones posibles que se podían suscitar. En los dos grupos de la competencia hubo tres jugadores empatados, con la misma cantidad de puntos en ambas, tanto en el primer como en el segundo lugar. En total fueron 6 jugadores que terminaron primeros con 7 puntos, y 6 jugadores que terminaron segundos con 6.5 puntos.
La partida de la noche fue, sin dudas, Carvalho – Arcos. Con calidad de menos pero dos peones de más, el rubio de Banco República luchó una partida muy extensa, que terminó pasada la medianoche, con mucho tiempo de menos en el reloj y una multitud que lo aplastaba contra la mesa. Rechazó un ofrecimiento de tablas (¿ya sabía que si las aceptaba no clasificaba a nada por un punto y medio de progresivo de diferencia con Durante?), pero al final todo quedó dividido entre los dos contendientes.
En definitiva, ¿quién hizo los mejores cálculos, quién terminó imponiendo su estrategia y su talento? Podría decirse que si bien Nicolás López y Tabaré Bustelo fueron los que finalmente clasificaron, ninguno se aseguró del todo (no lo sabían hasta que los árbitros lo dijeron) el lugar tan perseguido en la final del Uruguayo. Nadie se había animado a ocupar la primera posición en solitario y todo ya se había acabado. Una indefinición que puede hablar de un Preliminar tan competitivo y exigente que ninguno pudo sacar una ventaja considerable al término del mismo, o bien de una tensión tan difícil de manejar para los jugadores, en la cual era demasiado peligrosa la distinción entre lo que había que hacer para clasificar directo y lo que no había que hacer para quedar afuera.
muy buena entrada, recuerdo algunas de mis preguntas en diferentes blogs y fundamentalmente en el extinto foro de la NAU, cuestionamientos (preguntas) mios con respecto a las tablas, que algunos (malacustumbrados) intentaron llevar a discución... allí aprendí que en el ámbito competitivo surge lo que sería ''el jugador de torneo''... por eso me alegro por la información de ésta nota, incluso el dato que parece menor con respecto al tiempo que transcurrió entre tal y cuál jugada es un dato valioso y se le reconoce a ése jugador también la capacidad de ver y analizar otras partidas simultaneamente con la variedad de resultados de la tabla de posiciones... me resta preguntar ¿con ésto tambien se està calculando a quien se ayuda a entrar a la final del uruguayo... y a quien se tira para afuera?
ResponderEliminarpablo caravia
la respuesta a Pablo Caravia es obvia, claro que si , y en una partida donde los rivales jugaron extremadamente lenta la apertura especulando con otros resultados el mal uso del tiempo de reflexion no sirvio a los dos contrincantes y uno de ellos tuvo el justo castigo por su especulacion
ResponderEliminarCaisa no perdona
Pero es todo legal
Saludos
Caisa está de su lado
ResponderEliminarusted sigue en carrera sin jugar con la mitad del top-ten de la tabla:
no jugó con
el rankeado 3
ni con el r. 4
ni con el r. 6
ni con el r. 7
ni con el r. 10
le ganó al r. 2
al r. 5
y al r. 8
(tambien al 27 y al 30)
y entabló con
el rankeado16
el 12
el 9
y el 14
salió invicto
con oportunas tablas y oportunas victorias:
oportuna tablas en la segunda ronda,
saliendo del "primer puesto tan temido"... ¿es así?
¿se le teme al primer puesto?
¿qué causa éste temor?
oportuna victoria en la tercer ronda a un competidor real.
oportuna tablas en la cuarta ronda.
oportuna victoria en la quinta ronda a un competidor real.
y luego dos tablas más y al final dos victorias más.
¿usted se define como jugador de ajedrez o jugador de torneo?... ¿o simplemente como devoto de Caisa?
que Dios lo acompañe.
Te cuento pablo que jugue mis 9 partidas a ganar y que solo he jugado lo mejor que he podido, te cuento que un torneo suizo donde el progresivo tiene importancia en los desempates(aparte de otros sistemas) el perder o empatar en las primeras rondas disminuye tus posibilidades en desempates, etc, yo despues de haber empatado en la segunda ronda ya sabia que tenia que ganar y el fixture me castiga enfrentando a otro candidato a clasificar en la tercera ronda y perder en esa situacion casi te eliminaria, afortunadamente gane y asi segui intentando ganar todas las partidas y si no preguntale a mis rivales, si sintieron "suaves" las partidas conmigo, gane todas las que pude y no me apena haber quedado invicto, es mas me enorgullece, yo he ganado 3 preliminares y en este comparti el primer puesto(ya que no se hizo el desempate por el primer puesto con Bustelo)(no tenia sentido) pero si lo dudas lee el reglamento
ResponderEliminarTe cuento que me creo un jugador "serio" en este medio amateur que tenemos y no soy religioso pero si creo que la diosa Caissa castigo a algunos especuladores que como dije usaron su tiempo para ver otros partidos y no para jugar ajedrez o intentarlo , espero que hayan aprendido algo porque jugue un lindo partido en la ultima ronda
Tampoco tengo culpa de que algunos ranqueados en los top ten perdieron sus partidas y no tuvieran derecho a definir los primeros puestos
doy por terminado este tema trata de profundizar mas tus pensamientos porque corres el riesgo de equivocar tus conclusiones
Saludos
planteo los temas desde mi ignorancia, y sin sacar conclusiones y así es que agradesco sus respuestas aclaratorias.
ResponderEliminaren ningun momento plantie que usted especulara, simplemente me llamó la atención que le ganara a los de ranking más alto y empatara con losde ranking menor.
lo de salir invicto es elogiable, no lo dije con segundas intenciones, así que no es necesaria su defenza.
de todas maneras voy a seguir profundizando hasta comprender bien el sistema suizo y los sistemas de desempate. pues si hay diferencia entre jugar ajedrez y jugar un torneo de ajedrez sin duda los mas experientes en torneos llevan una ventaja sobre nosotros los novatos... por eso elogié esta entrada que muestra un poco de éste asunto, ademas de aportar las estrategias que lleva a cabo algun jugador tanto dentro como fuera del tablero.
gracias jorge
pablo caravia
p.d. ¿puede ser que en este sistema suizo nunca se llega a jugar ni con la mitad de los topten? o sea que los que clasifican lo hacen jugando con los que pueden clasificar (topten) y con el resto.