Y Pedro logró llenar su casa de mujeres

Quizás esta idea sólo podía caber en la cabeza de Pedrito. Que no solo la imaginó, sino que también la proyectó y la consolidó.

Y entonces fue que los papeles se cambiaron.

.....................(((Vista aérea de la sala de juego)

¿Cuántas y cuántas noches las damas uruguayas se han quedado solas en los hogares, cuidando a sus chicos, haciendo algún quehacer o mirando televisión, mientras los varones se acercaban hasta algún club escaquístico para depuntar el vicio del más bello de los deportes?

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Cuántas veces ante la pregunta de adónde vas, la respuesta se reiteraba: " al club a jugar ajedrez...". Y cuántas de esas veces se complementaba.."....en Trebejos, en la casa de Pedro".
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Cuántas veces esas cabezas femeninas se llenaban con la incertidumbre nunca descifrada de: "¿no estará mejor en casa, que saliendo a pasar frío para jugar con esos macaquitos sobre un tablero?"
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El domingo 15 pintaba futbolero. La celeste había sido frustada la tarde anterior pero los corazones orientales pensaban saciarse con más y más fútbol en la fría tarde otoñal pegados a su televisor. Y mientras los varones deportistas armaban un lindo aperitivo para tarde eliminatoria, las damas abandonaron sus hogares y se dirigieron al Club Trebejos, sí, a lo de Pedro, a jugar toda la tarde al ajedrez...

(No faltaron los que también disfrutaron con las partidas)

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Lo que primó por sobre todas las cosas fue la hermosa camaradería y el fraterno ambiente que reinó durante las horas que duró el encuentro. Dejaron por ese día el ser espectadoras para convertirse en participantes dignas del "1er. encuentro de jóvenes señoras", logrando que el milagro se convirtiera en realidad: la pieza estaba llena de mujeres y sin embargo el silencio era total.
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La campeona del torneo fue la jovencita Yanina Carnebia que no teniendo elo, claúsula primordial para formar parte del evento, se erigió en la mejor del certamen.

Vice-campeona fue Sabrina de San Vicente, llevándose orgullosamente una medalla por su logro.

El tercer lugar lo ocupó una trabajadora del ajedrez: Elena Batowsky.

Muchas no pudieron participar debido a causas muy puntuales, entre ellas destacamos, porque nos consta en su veracidad, a nuestra compañera Carla Gainzaraín, quien hasta el presente padece una rebelde congestión.

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El puntapié inicial lo dio el buenazo de Lamas, quien con esto levantó un hermoso centro, las damas lo recibieron bien paradas, disfrutaron de la jugada y en hermosa gestión ya pidieron un bis entre todas y que sea muy en breve, el gol sin dudas se volverá a dar en poco tiempo más, cuando las puertas del querido Trebejos vuelvan a abrirse para recibir a la más hermosa creación de la humanidad, divirtiéndose con el más noble de los juegos.

.....(Todas las participantes del torneo junto a Pedro Lamas)