Por eso hoy desde acá, desde la unión-buceo, levantamos nuestra copa y esperemos que las burbujas del brindis sepan cruzar todo Montevideo, para que llegue hasta la Teja el caluroso saludo de quienes se sienten sus hermanos del 8x8, y la enorme felicidad de ver arriba del podio a quienes hasta hace unos pocos años, siendo todavía escolares se arrimaban a su institución para que manos maestras supieran moldear ese talento innato que estos gurises traían y pulirlos, para ver hoy levantar la copa a aquellos que ya dejaron de ser chiquilines pero sin dudas son fiel reflejo del trabajo arduo y laborioso de esta gente maravillosa que tiene la Teja.
¡Salud!
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