La unión, la hermandad, (y vaya que otros deportes así lo demuestran), se acaban cuando empieza la competencia.
Todo el sentimiento noble queda de lado, cuando la meta está en tratar de demostrar quien es superior al otro.
Obvio que encontraremos muchos ejemplos que afirmen lo que decimos, pero no será el caso de lo que tendremos el gusto de presenciar el día miércoles 8 de julio cuando por la tercera ronda del abierto proísta que se realiza en la calle Verdi, los Rodríguez se enfrenten.
Aquí no pasará, el amor filial seguirá firme sea cual sea el resultado, pero todos piden ya de antemano que no sean unas tablas amistosas, una división de honores gentiles.
La mesa 1 de todo torneo de ajedrez debería ser de lucha intensa, por la cima, por la cumbre, por liderar el grupo de quienes vienen detrás.
Eduardo y Víctor ganaron sus dos partidas, el primero frente a Uberlindo Márquez en el debut y con el "descalabrador" Leonardo Ponce en la segunda, mientras que Víctor derrotó al querido teacher Alberto Moratorio en la última jornada, mientras que en el debut supo hacer suya la victoria frente a quien sabe mucho de estructuras edilicias, César Arías.
Miércoles del julio que se viene invernal, con el calor que nos la calefacción del local más el cafecito calentito....Víctor y Eduardo harán tambalear la principal mesa del tablero.
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