La Sohn Conference Foundation es una organización sin ánimo de lucro cuyo fin es recaudar fondos para la lucha contra el cáncer infantil. Con este motivo reunió el 4 de Mayo a más de 3.000 personas en New York. Lo que seguramente no esperaban, los selectos asistentes, era encontrarse en ese mismo marco una exhibición del campeón del mundo de ajedrez Magnus Carlsen.
El maestro de ceremonias encargado de las presentaciones y comentarista fue el GM Maurice Ashley, conocido por el Millionarie Chess y las retrasmisiones en directo de la Sinquefield Cup. La exhibición tuvo lugar en el Avery Fisher Hall en el Lincoln Center de New York. Magnus jugaría tres partidas a la ciega, pocas para un campeón del mundo, pero con una novedad, el reloj. No iban a ser partidas sin límite de tiempo, cada jugador dispondría de 9 minutos para toda la partida.
Esta novedad incluye cambios importantes. El primero es que el orden de respuesta de las partidas no tiene por qué ser cíclico. Es decir, no se juega en el tablero 1, después el 2, el 3, y vuelta a empezar. Las jugadas pueden ser aleatorias sobre cualquier tablero, lo cual dificulta aún más tener un cierto orden mental de cómo está cada partida. El segundo punto importante, como comentó Magnus al finalizar la exhibición, es el control del tiempo. El jugador privado del sentido de la vista desconoce cuánto tiempo le queda a él o a sus contrincantes.
Magnus fue asistido por los Grandes Maestros Anatoly Bykhovsky, que ejecutaba los movimientos que le indicaba el campeón, y Pascal Charbonneau, el cual recitaba los movimientos que realizaban los contrincantes de Magnus.
Los tres afortunados aficionados, o victimas como los llamaba Maurice Ashley, que se enfrentaron a Magnus Carlsen fueron: Chris Flowers, un financiero de Wall Street, Paul Hoffman director ejecutivo de Liberty Science Center y Gbenga Akinnagbe actor conocido por interpretar a Chris Partlow en la serie The Wire. No era fácil, ni barato estar entre los elegidos, que tenían que pagar 5.000$ para asistir a las conferencias organizadas por la Sohn Foundation.
Magnus realmente no tuvo muchos problemas y el único que le aguanto bien la partida fue Paul Hoffman, aunque acabó perdiendo por tiempo. Fue la última de las partidas y como era de esperar, con tres victorias, Magnus dio por finalizada una exhibición que dejó maravillados a todos los asistentes.
Sigue Magnus impecable en su papel de embajador del mundo del ajedrez. Está sabiendo enlazar muy bien con las empresas privadas, el mundo financiero y de la publicidad para dar mayor visibilidad y prestigio al noble juego. Si además, como en este caso, es por una causa benéfica hay que descubrirse ante él.
Aquí el video de la exibición:
Nota extraída de: ajedrez21.com
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