"Un rinconcito de Colonia en Montevideo", así podía explicarse el recinto de la calle Joaquín Suárez que recibió el fin de semana del 16 y 17 de mayo la primera semifinal del ajedrez montevideano.
Ese lugar, tan cálido y acogedor, alberga a uno de los últimos clubes afiliados a nuestra federación, que, a sabiendas de quienes son sus mentores, estará siempre repleto de ajedrecistas juveniles que darán sus primeros pasos sobre el tablero en ese sitio tan pero tan pintoresco.
Sus paredes tan artisticamente decoradas nos hacían viajar con la imaginación hasta encontrarnos frente a uno de los bellos murales de San Gregorio.
Y ese era el frente, que nos decía..."Bienvenidos", pero dentro del local también se supo respirar un más que cálido ambiente.
Amplio y acogedor, dio para que los niños jugaran cómodamente y los padres los acompañaran como es por demás lógico, mateando en la mayor cantidad de los casos.
El alma del oeste uruguayo nos hacía conocer todos sus rinconcitos con un mapa que nos provocaban deseos de transitar los 188 kilómetros que separan la capital y llegar hasta la antigua y moderna ciudad coloniense.
Por si fuera poco, un amplio espacio exterior servía para que los autos esperaran tranquilos a sus dueños,
y que gracias al espectacular temperatura que nos regaló el fin de semana, el mate se tomara a cielo abierto y los niños pudieran entre ronda y ronda, descargar sus energías, a veces contenidas en el tablero, correteando a sus anchas.
continuará......
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