Puntapié inicial para el 1er interno proísta

Los puntos ganados, los mates perdidos desde hoy comenzarán a formar parte de la rica y entrañable historia de nuestra institución, así como lo será para los años futuros esta imagen que precede a estas palabras. Más de treinta proístas sonrientes, abrazados, posan en la previa al inicio de un ciclo que soñamos sea tan exitoso como largo en el tiempo.

El camino por el cual transita este club, está planificado, y todos sabemos el rumbo que llevamos. Nos comprometemos con él, y cada vez somos más los que sentimos esta causa como valedera, motivo suficiente como para brindar horas de nuestro tiempo para que en la suma de esfuerzos, los proyectos se concreten.

Y se hacen realidad:  la lista de socios que semana tras semana continúa creciendo, nos posibilita que sigamos adelante con nuestros emprendimientos que al día de hoy llegan ya a casi 400 niños de la zona, siguen sumándose los  compañeros que no solo se preparan para jugar cada día un poquito mejor, sino que también nos brindan ese plus de compartir lo que saben, y se disponen con una generosidad envidiable a pararse frente a un grupo y todas las semanas "tocar" de alguna manera la vida de algunos botijas a través de la magia del tablero.

El campeonato nos juntó como tantas veces, y como siempre, el clima de familia, de grupo que empuja, que estrecha filas y tiene en el resultado de una partida, solo un motivo más para juntarse, pero lejos está de ser el único.

El telón se levantó ayer, y una sola sorpresa hubo en la sala: la medianoche se hacía presente, todos los participantes ya habían pasado a ser espectadores, y el profesor del pueblo con muy pocos segundos en su marcatiempo, entablaba su partida con el aún novel ingeniero....

La segunda jornada será mañana cuando los que no pudieron estar presentes en la noche inaugural digan presente, (como el caso de Nicolás Soto que festejaba su llegada a la mayoría de edad), y el salón vuelva a ser testigo de una nueva noche de fiesta.