El día terminaba.
El almanaque confirmaba que el lunes 14 había sido dejado atrás y que el martes 15 iniciaba despacito y sin apuro su vida.
La jornada de San Valentín nos decía adiós y aunque algunos lo esperaban, nadie apareció con rosas en la sala de juego.
En la calle Ávalos, los tres primeros tableros de una fase de cuartos que aparece como apasionante, no daban ni pedían clemencia.
Los minutos de un nuevo día empezaban a dar sus pasos, en el silencio, con modorra, suavecito.
Sin embargo dentro de la cabeza de esos seis tenaces ajedrecistas, sólo había una clara decisión: hacer tambalear al rey rival.
Los numeritos que marcan el tiempo, y que en su cuenta descendente muchas veces alteran los nervios del más tranquilo, parecían no perturbarlos en nada y alguno realizaba su movida justo cuando el cero final parecía colocarse en el reloj.
Luego de cálculos imprecisos, ventajas que inexplicablemente no ganan y de dejar todo sobre el mundo cuadriculado, solo uno abrió de par en par la mochila que traía en su espalda, hizo espacio entre los libros, y allí guardó con tranquilidad su unidad, laboriosamente obtenida.
Ese fue Martín Areán que supo hacer valer más su torre que el alfil de Aldo (foto superior) y con ello seguir con puntaje ideal.
En las otras, paridad total; de nada valieron los dos peones que Salvador obtuvo de más en el medio juego ante el CM Nicolás Soto, ya que llegado el final de alfil - alfil, 5 pequeños contra 3, esa diferencia pasaba desapercibida (foto inferior); y también pasó como algún descuido sin importancia, alguna colgada de Horacio ("en todas las partidas me mando una"), que Antonio no capitalizó como correspondía.
Sin grandes sorpresas, salvo la que se llevó Picart con Bertucci, y la nueva partida entablada por la maravillosa Andreína, que poco a poco deja de ser sorpresa, los resultados del lunes fueron los siguientes:
Martín quedó solito y solo, pero que dura le será la noche del miércoles!
Uno y dos del ranking inicial se medirán en el tablero principal de los cuartos proístas, en una lucha que trae a la memoria su enfrentamiento en este torneo en su edición anterior, cuando poniendo todo de si, superarse fue una quimera y dividieron honores.
Ponce y Salgueiro que los persiguen a media unidad sueñan con esa posibilidad para poder acariciar la cumbre y ni que decir de aquellos que con dos unidades, esperan un traspié del hasta ahora único líder para darle alcance, ellos son Aldo, Antonio y Nicolás.
Sin dudas la jornada del miércoles podrá ir aclarando algunas cosas o entreverándolas aún más todavía.
Poco antes de las 20 las sillas estarán vacías, pero 15 minutos después serán ocupadas de la siguiente manera:
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