El viernes pasado y tras luego de seis rondas culminó un evento que sin dudas quedará para muchos en la mejor historia, como lo es siempre que un club recientemente federado organiza su primer torneo pensado.
Y Sauce, orgullosa de su pujante club de ajedrez Chaturanga, vió pasar por su pueblo semana tras semana a varios jugadores federados, tuvo permanentemente en la conducción del torneo a un árbitro internacional, y se dió el gusto de congratular con premios en efectivo a quienes rindieran mejor en esta primera edición.
Por lo visto todo redondo, lo que deja las puertas abiertas para una segunda edición de este Caballo de Troya que sin dudas ya se está programando en la cabeza de sus organizadores.
Una mención aparte para el nombre del evento, fiel ejemplo de la creatividad y la pujanza con que la gente sauceña ha llevado adelante este emprendimiento, las dos claves para que ese caballito entrara en la leyenda y marcara un hecho importante en la historia, también lo ha sido para que poco a poco pero con mucha firmeza, Chaturanga se vaya metiendo en la historia del ajedrez nacional.
En lo deportivo.....
Martín Areán tomó las riendas con bravura y decisión y cual jinete experto supo llevar al fiel equino por los caminos correctos en pos de la victoria, consiguiendo permanentemente para sus huestes el punto en disputa, menos en la oportunidad en la que tuvo a su frente a quien se coronara como vice-campeón.
Hay que resaltar el apoyo que le dió al torneo la gente de Las Piedras, con tres jugadores (Introini-Ponce-Ramírez) que le dieron un color especial al campeonato, que hizo empezar a transitar el camino de una muy soñada integración.
Y Sauce, orgullosa de su pujante club de ajedrez Chaturanga, vió pasar por su pueblo semana tras semana a varios jugadores federados, tuvo permanentemente en la conducción del torneo a un árbitro internacional, y se dió el gusto de congratular con premios en efectivo a quienes rindieran mejor en esta primera edición.
Por lo visto todo redondo, lo que deja las puertas abiertas para una segunda edición de este Caballo de Troya que sin dudas ya se está programando en la cabeza de sus organizadores.
Una mención aparte para el nombre del evento, fiel ejemplo de la creatividad y la pujanza con que la gente sauceña ha llevado adelante este emprendimiento, las dos claves para que ese caballito entrara en la leyenda y marcara un hecho importante en la historia, también lo ha sido para que poco a poco pero con mucha firmeza, Chaturanga se vaya metiendo en la historia del ajedrez nacional.
En lo deportivo.....
Martín Areán tomó las riendas con bravura y decisión y cual jinete experto supo llevar al fiel equino por los caminos correctos en pos de la victoria, consiguiendo permanentemente para sus huestes el punto en disputa, menos en la oportunidad en la que tuvo a su frente a quien se coronara como vice-campeón.
Hay que resaltar el apoyo que le dió al torneo la gente de Las Piedras, con tres jugadores (Introini-Ponce-Ramírez) que le dieron un color especial al campeonato, que hizo empezar a transitar el camino de una muy soñada integración.
El campeón junto al dueño de casa, la sonrisa exime de mayores comentarios, los 30 kilómetros semanales valieron la pena...
Federico Víñas, el invicto vice-campeón, el único al que el jinete demoledor no pudo pasar por arriba
Mathías Llabrés quien cada vez le saca más distancia a Aniel, posa orgulloso con su premio a mejor sub-1800 (ejemplo de Sauce para el resto)
No es una foto familiar..... es Blanca Meriles recibiendo el premio a mejor femenina del Torneo. ¡Bravo por la integración de la damas! (otro ejemplo a seguir...)
Felicitaciones a la gente de Chaturanga por el trabajo y a La Proa por apoyar!! Saludos desde los gélidos (e inundados) Palmares de Castillos.
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