En el día de
nuestro cumpleaños número 13 desde que somos un club de ajedrez federado en Uruguay queremos compartir este momento con todas aquellas personas que hacen que La Proa sea posible y haya sido posible durante estos 13 años que nos separan de aquel lejano 2005, cuando recién empezábamos a tejer todos los sueños que estamos cumpliendo hoy.
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La barra proísta en Trinidad en 2014 |
Cada 30 de marzo celebramos habernos constituido formalmente como club de ajedrez
aunque la pasión por esto que nos mueve comenzó más de un año antes, en el inicio de 2004, con el impulso de Miguel Llabrés y unas humildes pero llenas de entusiasmo mesitas en una vereda de La Unión y una barra de jóvenes y veteranos que fue creciendo de a poco.
Desde ese entonces hemos visto a la familia proísta crecer, multiplicarse, transformarse, viajar, competir, aprender, ganar, crecer y continuar al firme por un camino que así como nos ilusionó en un principio hoy nos ve con las energías redobladas y los horizontes que nos planteamos siempre
buscando encontrar la alegría, la satisfacción, los amigos y el sentido de pertenencia entre todos los que nos visitan y nos dan forma y contenido.
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Cerrando el año en 2016 |
Por eso también queríamos que algunas de las personas que llegan semana a semana al club desde diferentes perspectivas contaran qué es La Proa para ellos y nos regalaran a todos un poco de sí mismos a través de sus
testimonios en este día tan especial.
Así que: ¡feliz cumpleaños, proístas y amigos!
Los escuchamos...
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Durante la fiesta final proísta de 2013 |
Miguel Llabrés: "Para mí y para todos los que la vimos crecer, La Proa es un ser querido, es un familiar, un hermano, un hijo, un padre. Es una parte de la familia a la que queremos de una forma rara, diferente, que no se asemeja a lo que puede ser un club de ajedrez sino que por detrás hay un sentimiento muy profundo y ahí está el deseo de todos de cuidarlo, de protegerlo, de hacerlo crecer, de darle las herramientas para que viva, para que se proyecte y para que cada día sea mejor. Es como si fuera un hijo: querés que tenga vida propia, lo querés cuidar, querés que sea diferente, que sea mejor, que sea único. Y cuando le va mal sufrís por él y das todo lo que tenés de vos para que esté bien. Uno esté cerca o esté lejos, nada quita el sentimiento enorme que cada uno de nosotros tiene por este barquito, que nos ha dado enormes alegrías y sin duda nos las va a seguir dando. Por muchos años más para este gran andar de esta enorme Proa".
Nicolás Kulik: "Es un lugar donde se pasa bien, donde aprendí a jugar mejor y conocí
nuevos amigos. Me gusta más el ajedrez desde que voy a La Proa".
Alberto Moratorio: "A veces cuando pienso en La Proa me acuerdo de la idea-fuerza del Barcelona, que es 'Más que un club'. Para mí La Proa también es más que un club porque es un espacio fraterno y una puerta de entrada al mundo del ajedrez y a una actividad que uno después no quiere dejar más por el tipo de gente que la lleva adelante. Es un espacio que nos ayuda que las personas nos desarrollemos en el ajedrez y afuera del tablero también. ¡Feliz cumpleaños!"
Daniel Araujo: "La Proa fue el club que me dio la posibilidad de jugar al ajedrez, que era una meta que yo tenía desde hacía más de 10 años. En otras épocas pasé por otros lugares de ajedrez donde quizás no me sentí tan bienvenido, lo cual me llevó a no engancharme. La primera vez que fui a uno de los talleres de ajedrez de La Proa me recibió Gustavo Buono, estuvimos hablando, y después cuando hablé con Alberto [Moratorio] ´pensé: 'Este profe tiene tremenda onda'. Desde ahí me enganché y desde hace 3 años que vengo siempre. Yo tenía el anhelo de cuando terminara la facultad ponerme a buscar gente que jugara al ajedrez y descubrí una barra y una movida impresionante. A veces no te das cuenta de todo lo que mueve el ajedrez porque no tiene prensa. Yo agradezco haber encontrado al club y a toda esa gente que hay detrás. Lo ves en la reunión de fin de año, que éramos como 100 personas. Otra de las cosas que encontré en La Proa es un grupo de gente con el que estamos siempre y vamos a los torneos y demás, y me parece que eso es bueno. Y también ese sentido de pertenencia y de trabajar por el club aunque yo no ayude demasiado, pero sé que hay gente atrás que pone mucho de sí y eso creo que es algo que hay que agradecer entre todos".
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El Torneo de Categorías que organizamos en el 2012 |
Ramón Decia: "La Proa es su gente, es el activo más valioso con
que cuenta el club. Es lo que nos ha distinguido a lo largo de todos
estos años. Muchas personas han pasado por el club y muchas más se
integrarán, lo importante es siempre mantener los valores que hacen a La
Proa: compañerismo, respeto y solidaridad entre todos nosotros".
Ignacio Delfino: "Papá, papá… Tata me enseñó un nuevo juego, está buenísimo. ¿Sabés jugar al ajedrez?" Más o menos así fue como arrancó esta aventura. De ahí en más fue conocer a Miguel Llabrés, que es su profesor en el colegio, a Gonza Marco, su profe en La Experimental, a Miguel Tabárez, que lo guió en alguna tarde de sábado en El Misterio, en este club que hoy está cumpliendo un año más. Como todo lo nuevo, conocer el club daba una sensación rara. '¿Se adaptará? ¿Será lo que necesita para seguir creciendo en este deporte? Todas esas preguntas y más fueron rápidamente contestadas, la gente que hace al club es maravillosa, nos hicieron sentir parte a los 2 minutos de llegar. Verlo hoy 5 años después es algo gratificante en muchos sentidos, no solamente en la mejoría de Joaco en el juego, también en la parte humana donde todos son como una gran familia que se ayudan y nos dejan ayudarles. La disposición del grupo humano, la forma de enseñarles sin prisa pero sin pausa, nos da la tranquilidad de haber elegido no solamente un club más, sino un grupo fantástico para su desarrollo, siempre con la palabra justa, con la motivación, con el apoyo. ¡Feliz cumple, barquito! ¡Que sigas navegando los escaques y llegando siempre a destino, aunque no sea siempre la victoria! ¡Gracias por dejarnos ser marineros! Salud!
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Cierre de año en 2015 |
Líber Sosa: "Desde el primer momento en La Proa siempre el trato ha sido excelente, un lugar donde ni bien llegás te hacen sentir bárbaro. El grupo humano es tremendo y es lo que hace que a 13 años de fundado el club siga creciendo año a año. Muchos de los jugadores no solo juegan por La Proa sino que SON de La Proa. Es un sentimiento de identidad muy grande que se ve en niños, jóvenes, adultos e incluso padres y amigos que no son del club a la hora de competir, pero tienen un gran sentimiento y acompañan siempre".
Gonzalo Marco: "Me acuerdo de que hace unos años cuando nos juntamos en la plaza cerca de lo de Alberto me preguntaron qué significa La Proa para mí y en ese entonces respondi con una sola palabra: "FAMILIA". Hoy, unos años después me siento más cercano al club que en aquel entonces y me doy cuenta de que esa palabra crece cada vez más. La Proa no para de crecer y eso es gracias a la gente que forma una gran familia".
Ruben Hipogrosso: "Algunos dicen que es un grupo, otros corrigen y dicen ahora "Club". Para los más pragmáticos un grupo de amigos, para los más simbólicos un barquito. En tiempos de asfixiantes hiperconexiones virtuales, "La Proa" es para mí un remanso de encuentro que me ha permitido, con todas mis limitaciones, tratar de mantener en alto una bandera que flameó antes en el Club Progreso, en La Teja. La de compartir, dentro y fuera del tablero, sin esperar nada a cambio. La del querido club que me vio nacer en ajedrez, la del Ing. José Bademián en entrañables tardes de Trebejos. ¡Por muchos años más! ¡Feliz cumpleaños!"
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Así despedimos el 2017 |
Ana Sandes: "Hace poco más de 4 años los reyes le regalaban a Lily un juego de ajedrez... Pocos días después caminando por la rambla nos encontramos con los tableros de La Proa en Trouville. Todo comenzó por Lily... Y terminé re enganchada yo, cambiando mi vida, ¡logrando cosas que nunca había imaginado! ¡Agradecida de haber entrado a este mundo y ser parte de La Proa!
Eduardo y Verónica (padres de Nicolás Kulik): "Para nosotros ha significado un lugar de encuentro y nuevos amigos; de acompañamiento e identidad. Somos de La Proa".
Javier Gilmet: "Felicitaciones a La Proa, un club de ajedrez atípico por las muchas facetas que encara con buen suceso y su desarrollo en el ajedrez infantil y juvenil. Muchos de sus 'niños' hoy están jugando y ganando torneos".
Camila Cardozo: "Desde que me uní al club lo valoro mucho. Estoy
realmente feliz de formar parte de La Proa, que más que un club ha sido
como mi segunda familia. Su gente es lo que más destaca, siempre me han
apoyado y animado. Crecí en La Proa y puedo decir que ha sido y es una
gran experiencia compartir este deporte-ciencia. Gracias a todos los
proístas. Más que jugar al ajedrez me han enseñado ese compañerismo que
tanto caracteriza al club".